HIDROELÉCTRICAS EN GUATEMALA: BENEFICIO O DAÑO

HIDROELÉCTRICAS EN GUATEMALA: BENEFICIO O DAÑO

El agua es el líquido transparente, incoloro, inodoro e insípido en estado puro y constituye el componente más abundante de la superficie terrestre y el mayoritario de todos los organismos vivos (Real Academia Española, 2017).

Estudios revelan que el agua cubre aproximadamente el 71% de la superficie de la corteza terrestre, la cual se localiza principalmente en los océanos y por lo tanto nuestro país, debido a su ubicación geográfica, es altamente rico en este recurso y su sistema hídrico se divide en tres vertientes: Océano Pacífico, Océano Atlántico y Golfo de México.

La energía hidráulica se obtiene de la caída de agua desde cierta altura a un nivel inferior lo que provoca el movimiento de las ruedas hidráulicas o turbinas que transmiten a un generador eléctrico produciendo energía. (Martínez, Mejías, Torres, González, Marcano, & García, 2009) 

Una central hidroeléctrica utiliza la fuerza hidráulica para la generación de energía eléctrica. Consiste de tres partes: central eléctrica en la que se produce la electricidad; una presa que puede abrirse y cerrarse para controlar el paso del agua; y un depósito para el almacenamiento del agua.  (Fundación Wikimedia, 2017).

La primera Central Hidroeléctrica se construyó en 1879 en las Cataratas del Niágara y tan sólo 5 años después la generación de energía eléctrica se inicia en Guatemala al instalarse al norte del país la primera hidroeléctrica en la Finca El Zapote. (Fundación Wikimedia, Wikipedia, 2017).

Con el fin de que Guatemala se independizara del uso total del petróleo y de fomentar la generación de energía por medio de los recursos naturales, el sector hidroeléctrico se ha fortalecido y convertido en un ámbito atractivo para la inversión y esto se refleja en la cantidad de centrales hidroeléctricas ya que actualmente el país cuenta con 31 operando, y el Ministerio de Energía y Minas contempla 14 proyectos en construcción; otros 15 están autorizados pero no han comenzado a construir y otras 8 se encuentran en trámite para obtener la licencia. (Soy502, 2017)

De las que se encuentran en operación se destacan: Central Chixoy (Alta Verapaz), Central HidroXacbal (Quiché) y la Central Aguacapaca (Escuintla).

La primera de ellas es considerada como la obra de ingeniería más grande dado que es la planta de mayor capacidad de generación eléctrica en el país, contando con una capacidad de 300 megavatios que proveen cerca del 30% de la producción nacional de electricidad. (Robles, 2013)

Las centrales hidráulicas se encuentran en un punto medio dado que a pesar de que la energía generada es no contaminante, la construcción de ellas es la que contamina y causa impacto en el medio ambiente y el alterar el curso de las aguas, damnificando a las comunidades que se abastecen de las mismas genera conflictos legales, pérdida de tiempo y recursos, además de que mientras se llega a un acuerdo las centrales siguen operando salvo orden contraria.

La presencia de las centrales hidroeléctricas produce cambios en el cauce y entorno de los ríos, a pesar de ser “conservadoras del medio ambiente”, para el traslado de materiales es necesario recurrir a  una deforestación de bosques que causa la migración e incluso extinción local de las especies.

Si bien ahorran en la emisión de contaminantes, siempre está presente la alteración que causan. Aunque producen gran cantidad de energía para Guatemala y la población aumenta es importante evaluar si realmente es necesario aprobar más licencias y destruir una riqueza natural que fue concedida como privilegio y tarde o temprano pasará la factura.

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