HIPÓTESIS SOBRE EL ORIGEN DEL ESTADO – ORIGENES DEL ESTADO

PRIMER TEMA: HIPÓTESIS SOBRE EL ORIGEN DEL ESTADO – ORIGENES DEL ESTADO.

LECTURAS ANALIZADAS:

Hipótesis sobre el origen del Estado. Balandier, Georges.

Los orígenes del Estado. Andrade Sánchez, Eduardo.

Identifique las hipótesis sobre el origen del Estado que aparecen en la primera lectura, señalando de manera específica las causas posibles para el surgimiento de las primeras organizaciones políticas.

En primer lugar, habría que identificar que la lectura de Balandier como antropólogo político admite la tesis de la continuidad del concepto de Estado (Bobbio) o del Estado como concepto genérico (Passerin) en la medida que aborda a las primeras organizaciones políticas como los primeros Estados: “El Estado tal y como ha de ser, se remonta ya a los tiempos más remotos de la humanidad”.

Primera tesis: Conquista.

Causa: Conquista como artífice de la creación diferenciadora de desigualdad y dominación (Oppenheimer, 1907). Subyugación de un grupo autóctono por otro (extranjero y conquistador). Es clave en este sentido la diferenciación de clases.

En R Linton (1936) de los dos medios de construcción de los Estados destaca uno que se denomina la dominación impuesta en razón del poderío superior, siendo la más frecuente.

Se adhieren a esta postura Beals y Hoijer (1953) en su Introducción a la Antropología, S Nadel, Oppenheimer y Gumplowicz (1905), así como el ya conocido Max Weber,

Segunda tesis: Asociación voluntaria.

Causa: El mútuo acuerdo entre tribus u organizaciones que de manera voluntaria crean una nueva “federación” o “confederación” (Linton, 1936).

Tercera tesis: Desarrollo endógeno.

Causa: Surgimiento al interior de una organización primaria de diferencias y jerarquías sociales; así como del poder político que termina siendo resultado de estas variables. No obstante, la diferenciación social y la conquista no son factores necesariamente incompatibles (R. Lowie El origen del Estado, 1927). Las condiciones internas esenciales son: Existencia de relaciones sociales ajenas al parentesco y la existencia de grupos portadores de desigualdad (diferenciación sexual, edad o de iniciación).

Aspectos que integran posturas endógenas y exógenas: Ante la generalidad de estas primeras afirmaciones, Lowie le apunta a factores generadores del proceso de centralización del poder:

1. Los de orden interno corresponden a las asociaciones militares, el predominio de las jerarquías instauradas según el rango, presencia de personajes fuertemente sacralizados (tienden a la autocracia).
2. Los de orden externo: Intervención extranjera que facilita a jefes locales un apoyo (suplemento) de poderío, la conquista que provoca una extensión de la unidad política creando una dominación nueva.

Estados primarios son los que se fundaron a merced de un desarrollo interno o regional sin que interviniera el estímulo de otras formaciones estatales preexistentes. Se estiman menos numerosas como los casos del Valle del Nilo, Mesopotamia, China, Perú o México.

Los Estados secundarios son el resultado de una respuesta impuesta por la presencia de un Estado vecino verdadero polo de potencia que acaba modificando los equilibrios establecidos en una zona más o menos extensa. (Varias sociedades de Asia, Europa y África).

La sociabilidad es un carácter o actividad que el ser humano comparte con el reino animal en general, en la medida que existe una conducta social que es natural. Se presenta la integración de especies (cardumen, jauría, manada, etc.) lo que permite hacer algunas asociaciones entre la conducta humana en sociedad respecto a la conducta animal grupal.

La organización política pertenece exclusivamente a la actividad humana, dado que requiere de capacidad de innovación, abstracción y proyección tecnológica le ha conducido a la creación del fenómeno consciente y cultural del Estado.

Las sociedades del grupo “A” son las sociedades con Estado, caracterizadas por una autoridad centralizada en un asentamiento territorial definido, una maquinaria administrativa e instituciones jurídicas (el matiz acá, es que resulta más adecuado utilizar la idea de “instituciones normativas” dada la ya conocida diferencia entre sistemas normativos de distinta índole).

Las sociedades del grupo “B” son las sociedades sin Estado, caracterizadas por la ausencia de dicha autoridad, ni maquinaria administrativa, ni sistemas normativos compartidos, con vinculación territorial menos sedentaria.

Sociedades del grupo “A” (Con Estado): Tiene menos incidencia en el sentido regulador dado que existe un desplazamiento desde la autoridad centralizada quien sanciona. De esta forma, hay normas de convivencia que son parte de la vida social espontánea, pero existen otro tipo de reglas, derechos, obligaciones y sanciones que son establecidas por la organización estatal.

Sociedades del grupo “B” (Sin Estado): Las relaciones sociales se regulan básicamente por los linajes de sangre, los derechos y obligaciones en el marco comunitario, los aspectos socialmente censurables se establecen a partir de dicha relación.

El papel del parentesco en las sociedades del grupo “B” es fundamental, dado que el individuo se identifica como miembro de un grupo más o menos grande, en el cual quedan establecidas las reglas de las relaciones sociales.

En el primer caso, la hipótesis es que a mayor heterogeneidad cultural, mayor necesidad de una autoridad centralizada. En cuanto en una demarcación territorial coinciden diversas dinámicas económicas, lenguas, costumbres; se requiere de un órgano integrador y regulador que administre dichas diferencias, ya sea como efecto de conquistas o de la asociatividad nacional.

En el segundo caso, se ha identificado una estrecha y fuerte relación entre los fenómenos políticos y las concepciones místicas / religiosas de naturaleza simbólica. Esto quiere decir que en las sociedades sin Estado es un elemento importante que no se elimina en las sociedades estatales, pero el efecto identificado por Andrade Sánchez es que a través de dicho simbolismo se hace posible una diferenciación entre las autoridades (gobernantes) y los súbditos (gobernados).

1. Sociedades indiferenciadas o amorfas: No hay poder político diferenciado ni funciones políticas aparentes, no existe reconocimiento a autoridades centralizadas. Se caracterizan por un modo de subsistencia bastante primitivo, se basa en la costumbre, la autotutela.
2. Sociedades mediadoras: Se identifican por actividades políticas de mediación o arbitraje para resolver conflictos, es observable una asociatividad parental, se reconocen roles basados en la tradición. Al identificarse esos mediadores también se observan los clanes a quienes representan, logrando con ello marcar pequeñas sociedades.
3. Sociedades con roles políticos diferenciados y dispersos: Si bien ya funcionan personas con funciones permanentes (y no incidentales) en la mediación para resolución de conflictos o distribución de bienes. En ese sentido, es más clara la función ejecutiva y judicial reflejada en personas concretas que las funciones legislativas, las cuales siguen recayendo en la tradición y costumbre. (Totemismo y misticismo)
4. Sociedades con Jefes: En este nivel, Lapierre advierte ya niveles considerables de centralización, reconociendo autoridades en jefe para la paz y para la guerra. El jefe de paz posee una autoridad moral (paradigmática) influyendo con su ejemplo el que hacer de la comunidad, y está desprovisto de fuerza pública para hacer cumplir decisiones. Sus capacidades en la oratoria, carisma y persuasión son fundamentales. Con su peso moral, poseen el  monopolio de la palabra, tiene mayor incidencia en las asambleas exponiendo finalmente la solución a los problemas suscitados. El jefe de guerra por su parte, tiene en el valor y habilidad su mayor virtud, ejerciendo su función mientras dura la contienda y ejerciendo un rol dentro de la organización. Las tribus y uniones de tribus van necesitando de este tipo de autoridades pero solo para determinados casos.
5. Sociedades estatales: Institucionalización del poder político, disposición de fuerza pública, funcionarios que administran la vida social mediante la burocracia, funciones permanentes independientemente de la persona que la ocupe, monopolio legítimo de la violencia, centralización de funciones.

En primer lugar, habrá que identificar la importancia de una nítida diferenciación entre gobernantes y gobernados, una especialización, formalización y permanencia de aquellos, institucionalización de los cargos, capacidad de ejecución de esa función, disposición de una fuerza pública y aptitud para obtener recursos necesarios para la realización de tareas colectivas.

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