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Herencias violentas y concepciones erróneas: los reproductores de la violencia de género.


Enviado por   •  2 de Octubre de 2019  •  Ensayos  •  2.043 Palabras (9 Páginas)  •  124 Visitas

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¿Qué supuestos sociales y culturales reproducen la violencia de género?

Herencias violentas y concepciones erróneas: los reproductores de la violencia de género.

Los grupos humanos han experimentado el fenómeno de la violencia desde sus inicios, es una constante en la historia de la humanidad. Si bien este concepto es reconocido por la gran mayoría de seres humanos, es importante plantear la pregunta de ¿qué se entiende por violencia?, parafraseando lo planteado por la OMS, la violencia puede ser entendida como el uso intencional de la fuerza, el daño y las amenazas contra uno mismo, otra persona, un grupo o una comunidad, que tiene como consecuencia un traumatismo, daños psicológicos, problemas de desarrollo o la muerte. La anterior definición deconstruye el imaginario de la violencia como un asunto de daño físico, ya que incluye las violencias psicológicas y emocionales, las cuales no se identifican con facilidad. Hablamos entonces de violencias camaleónicas y naturalizadas que se dan en las interacciones diarias de las personas.

Para poder continuar es necesario definir el concepto de género. Dicho concepto ha sido discutido y replantado en un sinnúmero de ocasiones. Se ha definido por ejemplo, la clara diferencia entre el sexo, que categoriza en el nivel biológico; y el “género”, que si seguimos la célebre frase de Simone de Beauvoir “no se nace, se deviene mujer” y lo descrito por María Elvia Vargas, se podría denominar como el conjunto de concepciones, actitudes y normas que la sociedad le asigna a cada individuo de acuerdo a su sexo biológico.

En el contexto colombiano se evidencia una gran diferencia entre los géneros, pues cada uno asume una serie de roles que están profundamente arraigados en la cultura, la que a su vez se entrelaza con las creencias populares (como la religión). En nuestro país, como en muchos otros, la mujer es catalogada como una inferior, es de cierta manera “obligada” a  ser sumisa; lo que a la vez nos lleva a interpretar al hombre – también gracias a las construcciones sociales – como un ser violento y dominante.

“(...) imponemos en su lugar un macho monstruoso, con una voz estruendosa, con mano dura que, de una manera pueril anota en el suelo signos con tiza, líneas de separación mágicas entre las cuales aparecen, hieráticos, rígidos, separados y artificiales los seres humanos” Virginia Woolf – Three Guineas (Citado de Schongut, 2012)

Para  abordar el concepto de “violencia de género” se debe tener en cuenta que esta no engloba únicamente a lo que la asociamos regularmente, es decir: la agresión de un “hombre” hacia una “mujer”. Dentro del concepto de violencia de género se incluye también la violencia ocasionada por la orientación o identidad sexual y por el sexo y género de un individuo. Sin embargo, por motivos del ensayo, nos referiremos a la violencia ejercida especialmente a la mujer blanca cisgénero de clase media de nacionalidad Colombiana.

Para poder entrar de lleno en el concepto de las causas o los sostenes de la violencia de género hay que realizar dos análisis: uno histórico y uno actual. Con ello se pueden encontrar varios de los factores principales que ayudan a reproducir cualquier tipo de violencia de género. Al realizar dichos análisis se ven implicados varios conceptos, entre ellos: el trasfondo histórico, el contexto de las instituciones actuales y la percepción/construcción social que tenemos del género.

Dicho todo lo anterior, es posible afirmar que son las concepciones y las normas que tenemos del género, además de la historia de la interacción de los mismos y del funcionamiento de las instituciones actuales, los que reproducen la violencia de género.

Resulta difícil ignorar la presencia de la violencia de género si hasta en las propias instituciones que funcionan como base de nuestra sociedad se ven tintes de la misma. La violencia se ve representada en nuestro sistema educativo cuando hasta los estudiosos de los que se aprende influyen de cierta manera en la reproducción de la misma. Como ejemplo, se presenta lo expuesto por Rousseau en uno de sus textos:

”Toda la educación de las mujeres debe estar relacionada con los hombres, para complacerlos, resultarles de utilidad (...) hacerles la vida placentera y agradable; ésas han sido las funciones de las mujeres desde el principio de los tiempos” Jean Jacques Rousseau (Citado de Solican, 2014)

También se reconoce esta violencia en el ámbito médico cuando se subestima, ignora y disminuye el dolor de una mujer porque al sexo femenino se le suele asociar con la histeria. “a los hombres se les proporcionan más analgésicos (toman su sufrimiento por algo real), mientras que a las mujeres les dan sedantes (las consideran unas histéricas)” (Montero, 2018). Por otro lado, tenemos también el ámbito familiar, en el que la violencia de género se manifiesta de varias maneras; no se manifiesta siempre de manera física, ejemplo de ellos son los roles de género, los cuales se tornan esclavizantes e injustos. Un ejemplo más puntual de la violencia intrafamiliar es el día de la madre en Colombia, que representa la segunda mayor causa a nivel nacional de esta rama de la violencia. Es bastante sencillo de explicar: las madres sienten que es la oportunidad de mostrar su inconformidad, en respuesta, sus esposos borrachos deciden golpearlas. En el ámbito de la publicidad, la violencia de género se presenta de dos maneras: en la hipersexualizacion de mujer, que reduce a la mujer a un papel netamente sexual; y en el encasillamiento de la mujer en su rol de cuidado, que las obliga a ser maternales y pasivas; ambos producen en la mujer cierto grado de violencia psicológica. Por último, tenemos el ámbito político, en el que no hay una representación de los intereses de la mujer, esto porque no se generan políticas a favor de sus intereses, como por ejemplo, el caso del aborto; y porque la poca representación que hay, no tiene en cuenta los intereses de las mismas, como es el caso con la vicepresidenta colombiana Marta Lucía Ramírez.

Hay que tener en cuenta que la violencia de género no es un fenómeno exclusivo de las sociedades contemporáneas, la opresión hacia el género femenino data desde las antiguas civilizaciones griegas y romanas. Si bien este tipo de violencia se ha dado en ocasiones de manera inconsciente, se ha reproducido de generación en generación sin mayores cambios, lo que vuelve esta violencia un ciclo de apariencia interminable. Un ejemplo sobre violencia de género a lo largo de la historia se remonta a las prácticas del siglo XVIII,  donde se normalizaba que un hombre abusara – de cualquier manera – a “su mujer”. Se creía que esta era la manera de educar y controlar a las “féminas”, de mantenerlas en “su lugar”. Como otro ejemplo, en los cincuentas era completamente normal ver anuncios publicitarios que declaran cosas como: “si no quieres que tu esposo te pegue, ¡utiliza este producto!”. Dichos ejemplos documentan los antecedentes de las prácticas sociales que reproducen ciertas instituciones y que mantienen la violencia de género. Es decir, que toda esta acumulación de violencia de género a través de los siglos ha quedado completamente impregnada en la manera en la que pensamos y convivimos, cambiando de poco a nada a través de los años.

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