Humanismo Siloista
FJavierHG9 de Marzo de 2014
5.434 Palabras (22 Páginas)248 Visitas
TUS ZONAS ERRÓNEAS
CAPITULO I: HACIÉNDOTE CARGO DE TI MISMO
Cada uno somos dueños de nosotros mismos. Podemos elegir la muerte o la vida.
LA FELICIDAD Y TU PROPIO C.I. (Coeficiente de Inteligencia)
El verdadero barómetro de la inteligencia es una vida feliz y efectiva vivida cada día y en cada momento de cada día.
Si eres feliz, si vives cada momento, aprovechando al máximo sus posibilidades, entonces eres una persona inteligente.
Ser inteligente es saber enfrentar y no resolver problemas.
ELIGIENDO COMO TE SENTIRÁS
Los sentimientos no son simples emocones que te suceden.
Los sentimientos son reacciones que eliges tener.
Si eres dueño de tus propios emociones, si lo controlas, no tendrás que escoger reacciones de autoderrota. Cuando aprendas que puedes sentir lo que prefieres o eliges sentir, empezarás a encaminarte por la verdadera senda de la "inteligencia". Esta senda es nueva porque tú considerarás a una emoción dada como una opción y no como una condición de la vida. Este es el meollo y el alma misma de la libertad personal.
Si controlo mis pensamientos, controlo mis sentimientos.
UNA TAREA DIFÍCIL: APRENDER A NO SER DESGRACIADO
Vivimos de acuerdo a lo que estipula la sociedad, en base a ella, no podemos ser feliz, nos comportamos de una manera autofrustrante y no vivimos inteligentemente porque resolvemos problemas y no lo enfrentamos.
LA POSIBILDAD DE ELECCIÓN: TU LIBERTAD FUNDAMENTAL
Debemos hacernos cargo de nuestros sentimientos y sentimientos.
No debemos echar la culpa a otros por lo que nos pasa.
Debemos cambiar estos comportamientos autofrustrantes por comportamientos optimistas y constructivas.
ESCOGER LA SALUD EN VEZ DE LA ENFERMEDAD
Estar enfermo también es provocado por la voluntad de querer estar enfermo. Esto sucede porque queremos que nuestros pensamientos nos haga sentir enfermos, esto ocurre porque no queremos enfrentar los problemas que tengamos.
EVITAR LA INMOVILIDAD
La inmovilización puede oscilar entre la inacción total y las pequeñas indecisiones o vacilaciones.
Debemos usar el estado de inmovilización como estrategias positivas para alcanzar objetivos.
LA IMPORTANCIA DE VIVIR EN EL MOMENTO PRESENTE
Vivir el momento presente, ponerte en contacto con tu "ahora" constituye el meollo de una vida positiva. Si lo
piensas, te darás cuenta de que en realidad no existe otro momento que puedas vivir. El ahora es todo lo que hay, y el futuro es simplemente otro momento presente para ser vivido cuando llegue. Una cosa es segura; que no puedes vivirlo hasta que aparezca realmente. El problema reside en el hecho de que vivimos en una cultura que quita importancia al presente, al ahora. ¡Ahorre para el futuro! ¡Piense en las consecuencias! ¡No sea hedonista! ¡Piense en el mañana! ¡Prepárese para su jubilación!.
Puedes disfrutar maravillosamente del momento presente, ese tiempo huidizo que siempre está contigo, si te entregas completamente a él, si te "pierdes" en él. Absorbe todo lo que te brinda el momento presente y desconéctate del pasado que ya no existe y del futuro que llegará a su tiempo. Aférrate al momento presente como si fuera el único que tienes. Y piensa que recordar, desear, esperar, lamentar y arrepentirse son las tácticas más usuales y más peligrosas para evadir el presente
CRECIMIENTO CONTRA IMPERFECCIÓN COMO MOTIVADOR
Dos tipos de necesidades pueden motivarte a elegir una vida plena y feliz. La forma de motivación más común se llama imperfección o motivación por deficiencia, y el otro tipo, el más sano, se denomina motivación de crecimiento y desarrollo.
Uno de los corolarios de la elección del crecimiento y desarrollo como motivación es el dominio de ti mismo en todos los momentos presentes de tu vida. Tener dominio de ti mismo significa que tú eres el que decides tu destino; que no eres de los que contemporizan ni de los que se amoldan a lo que les brinda la vida. Más bien que escoges lo que tu mundo será para ti.
Tú puedes escoger lo que más te convenga, y tus momentos presentes son tuyos para que tú los disfrutes, si realmente decides estar a cargo de ti mismo
CAPÍTULO II: EL PRIMER AMOR
Puede ser que tengas una enfermedad social, una enfermedad que no se pueda curar con una simple inyección. Es muy probable que te haya infestado el virus del desprecio a ti mismo; y el único remedio conocido
para esto es una buena dosis masiva de amor propio, o amor a ti mismo.
El amor a los demás está relacionado directamente con el amor que te tienes a ti mismo.
EL AMOR: SUGERENCIAS PARA UNA DEFINICIÓN
¿Cómo puede llegarse al punto de poder dejar que los demás sean como quieren y eligen ser sin insistir para que se pongan a la altura de lo que esperas de ellos?
Muy sencillo. Amándote a ti mismo. Sintiendo que eres importante, hermoso y que vales mucho. Cuando hayas reconocido lo que vales y lo bueno que eres no tendrás necesidad de que los demás apoyen y refuercen tu valor y tus valores ajustando su conducta a tus instrucciones. Si estás seguro de ti mismo y tienes confianza en lo que piensas, no querrás ni necesitarás que los demás sean como tú. En primer lugar, tú eres un ser único.
Por otro lado eso los privaría de su individualidad, y lo que te gusta en ellos son precisamente esos rasgos que
los diferencian y hacen que sean lo que son.
¿Quiénes son las personas que aman con facilidad? Son acaso las personas que tienen un comportamiento autodestructivo? No, jamás. ¿Son las que se humillan y se esconden en un rincón? No, por cierto. El volverse eficiente, el lograr dar y recibir amor eficazmente empieza en casa por uno mismo, con el propósito de terminar con los comportamientos emanados de la baja valoración de sí mismo que se han convertido en una costumbre y en una manera de vivir.
SINTONIZANDO LA ONDA DE LA AUTOACEPTACIÓN
Tú eres quien determina lo que vales sin necesidad de dar explicaciones a nadie. Y tu propio valor que es un hecho en sí no tiene nada que ver con tu comportamiento ni con tus sentimientos. Puede ser que no te guste como te has portado en un momento dado, pero eso nada tiene que ver con tu autovaloración. Tú puedes escoger el ser valioso para contigo mismo para siempre, y de ahí emprender la tarea de elaborar tus imágenes de ti mismo.
EL AMOR AL CUERPO
El aceptarse a sí mismo implica la aceptación del yo físico y la posibilidad de disfrutar del mismo, eliminando las imposiciones sociales y culturales que te obligan a ser limpio o simplemente a tolerar el propio cuerpo cuando se comporta de una manera natural anticosmética. Esto no quiere decir que tengas que andar haciendo ostentación de tus olores y de tu persona, pero sí quiere decir que puedes aprender a gozar de ser tú mismo.
LA ELECCIÓN DE LAS IMÁGENES MAS POSITIVAS DE UNO MISMO
Es posible hacer el mismo tipo de elecciones con todas las imágenes que tienes de ti mismo. Puedes elegir considerarte una persona inteligente aplicándote a ti mismo tus propias normas. En efecto, mientras más feliz te haces a ti mismo, más inteligente eres.
Con suficiente tiempo y esfuerzo podrías, si así lo decidieras y eligieras hacerlo, dominar casi cualquier disciplina académica. Pero no haces esa elección y tienes muy buenos motivos para no hacerla. ¿Con qué fin aplicarías energías de tu momento-presente para resolver oscuros problemas o aprender algo que realmente no te interesa?
ACEPTÁNDOSE A SI MISMO SIN CHISTAR
El amor propio, el amarse a sí mismo, implica aceptarse a sí mismo reconociéndose como un ser humano valioso y porque así lo decide uno mismo. Esta aceptación implica también una plenitud, una falta de protestas y quejas.
EL AMOR PROPIO Y LA SOBERBIA
El amor a uno mismo quiere decir que te amas a ti mismo; no exiges el amor de los demás. No hay ninguna necesidad de convencer a los demás. Es suficiente contar con la propia aceptación interna. No tiene nada que ver con los puntos de vista de los demás.
LAS RETRIBUCIONES QUE TE BRINDA EL NO AMARTE A TI MISMO
- Tener una excusa interna para justificar el hecho de que no te amen en esta vida. Simplemente, no mereces que te amen. La excusa es la retribución neurótica.
- Poder evitar cualquiera y todos los riesgos que implica el establecimiento de relaciones afectivas con los demás, y eliminar de esta manera cualquier posibilidad, de ser rechazado o censurado.
- Encontrar que es más fácil seguir siendo así como eres. Mientras no valgas nada ni merezcas nada no tiene sentido que trates de crecer y desarrollarte o de ser mejor y más feliz; la retribución reside en seguir siendo el mismo.
- Conseguir que te tengan mucha lástima, te presten atención e incluso te aprueben, todo lo cual es un buen sustituto de la arriesgada empresa que implica comprometerse con una relación amorosa. De esta manera, la compasión y la atención son tus retribuciones autofrustrantes.
- Tener muchos chivos emisarios para culparte de tus propias desgracias. Así puedes quejarte y protestar sin necesidad de hacer nada al respecto.
- Ser capaz de pasar tus momentos presentes con minidepresiones y evitar el comportamiento que te ayudaría a ser diferente. La compasión a ti mismo te servirá de válvula de escape.
- Retroceder en el tiempo hasta convertirte en un niño
...