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Investigación de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones


Enviado por   •  16 de Agosto de 2022  •  Apuntes  •  2.150 Palabras (9 Páginas)  •  50 Visitas

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Doctrinas Políticas y sociales III. HTC 04

Investigación de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones

Yael Akin Goytia Guerrero

Libro 1. De las causas del adelantamiento y perfección en las facultades productivas del trabajo. Y del orden con que su producto se distribuye entre las diferentes clases del pueblo.

Por facultades, Smith hace referencia a los principios productivos, lo que más adelante desarrolla en su división del trabajo. definiendo desde el principio al trabajo anual de cada nación como el fondo que surte de todas las cosas necesarias y útiles para la vida, por lo tanto, lo que se pueda adquirir guardará la proporción que este producto guarde con el número de los que habrán de consumirlo, proporción que se regula por la pericia con la que se aplica el trabajo (la productividad posible) y por el número de los que se emplean en el trabajo útil y los que no están útilmente empleados.

Capítulo 1. De la división del trabajo.

“Los mayores adelantos en las facultades o principios productivos del trabajo, y la destreza, pericia y acierto con que este aplica y dirige en la sociedad, no parecen efectos de otra causa que de la división del trabajo mismo.”

Ya desde la primera frase del capítulo se nos presenta la tesis principal de Smith: la división del trabajo como fuente de la riqueza de las naciones; Seguido a ello, el autor hace la aclaración que la división del trabajo se suele relacionar a trabajos básicos o manufacturas, sin embargo, está presente en muchos otros negocios también se tiene de manera intrínseca, aunque no se note a simple vista.

Y es cuando el ejemplo más conocido de Smith se nos presenta, la producción de alfileres: el cómo una persona por sí sola que se dedicara únicamente a la producción de alfileres a lo mucho podría producir veinte de ellos al día. Sin embargo, cuando se dividen las tareas entre más personas, hábiles cada una en su ramo de estirar o manipular el alambre son capaces de producir varios millares al día, potenciando su producción.

Aunque es cierto que algunas actividades no necesitan necesariamente de la división de trabajo, o que, aunque la tuviera no se pudiesen potenciar demasiado a comparación de si una sola persona lo realizará. Tal es el caso de la agricultura, en donde la producción queda condicionada prácticamente a la calidad del suelo y los caprichos del clima y sus estaciones. Además de que la calidad de sus productos, con división laboral o no, es prácticamente igual entre un país rico y uno considerado pobre.

Este considerable aumento que un mismo número de manos puede producir en la cantidad de la obra en conciencia de la división de trabajo nace de tres circunstancias diferentes: de la mayor destreza de cada operario particular, del ahorro de aquel tiempo que comúnmente se pierde en pasar de una operación a otra de distinta especie y, por último, de la invención de un número grande de máquinas que facilitan y abrevian el trabajo, habilitando a un hombre para hacer la labor de muchos.

Y con estas tres circunstancias Smith nos presenta lo que ya se vive en la Inglaterra de su tiempo, una sociedad industrializada en búsqueda de la productividad.

Cuando un hombre tiene puesta toda su atención en un objeto solo está en actitud más propia para descubrir los medios más oportunos y expeditos para tocar en el punto deseado que cuando su imaginación se disipa con la mucha variedad de materias.

A lo largo del capítulo Smith reconocerá como esta postura del hombre atento a una sola tarea es algo positivo ya que inclusive dará nacimiento a pequeñas innovaciones o a máquinas que harán la labor más sencilla: el operario conspira para simplificar su tarea aún más, y así mejorar su producción.

La multiplicación grande de producción, que en todas las artes dimana de la división del trabajo, es lo que en una sociedad bien ordenada produce aquella opulencia universal que se extiende hasta por las clases inferiores del pueblo.

Y así es como el autor confirma de una manera más global su tesis, la cual es obtenida a través de la división del trabajo no solo en el taller, sino en la sociedad misma, lo cual les permitirá a todos sus miembros obtener lo que él define como opulencia.

La división de trabajo de cualquier sociedad bien ordenada produce la opulencia universal que se extiende hasta las clases inferiores del pueblo. Los productores industriales o artesanales tienen más obra propia a disponer que de la que necesitan para sí mismos, proveyendo a otros de lo que les hace falta, difundiendo plenitud: he ahí la interdependencia infinita de todo ser humano con la sociedad que le rodea, la producción de un bien no es posible sin la de otro y así se forma una cadena interminable; nadie se ve aislado del mundo de ninguna manera, siendo esta cuestión continuada en el capítulo 2, lo que motiva la división del trabajo.  

Por ello finaliza con un breve pasaje: El más humilde jornalero, en la procedencia de sus productos, no es muy diferente al más rico de los reyes europeos.

Capítulo 6. De las partes integrantes o componentes del precio de toda mercadería.

“En aquel estado primitivo, que suponemos preceder en la sociedad a toda acumulación de fondos y propiedad de tierra, la única circunstancia que puede dar regla para la permuta recíproca, de unas cosas por otras de distinta especie, parece ser la proporción entre las diferentes cantidades de trabajo que se necesitan para adquirirlas.”

Aquí podemos notar que Smith creía que las teorías de valor trabajo sólo eran aplicables a sociedades primitivas, en las que el trabajo representa el único factor productivo.

Si una especie de trabajo es más fatigosa que otra, será también muy natural que se atienda a esta superior fatiga y dificultad, que el producto del trabajo difícil de una hora se cambie por el de dos horas del más fácil [...]En el estado más culto de la sociedad, la consideración o circunstancias de mayor fatiga y mayor destreza se aplican regularmente a los salarios del trabajo, y algo de esto no pudo menos que haberse verificado también en aquel periodo más grosero de la sociedad de los hombres.

Aquí se hace referencia a las horas de trabajo, enmarcando que el trabajo como generador de valor es igual tanto en las sociedades primitivas como en las avanzadas.

Esto servirá de preámbulo para lo que Smith desarrollará más adelante.

Cuando llega a juntarse algún fondo en poder de los particulares [...] con el fin de sacar algún producto o provecho de la venta de la obra de este, o de lo que su trabajo añade de valor a los materiales mismos [...] El valor que el fabricante añade a los materiales se resuelve, en tal caso, en dos partes, de las cuales la una paga los salarios de los operarios, y la otra las ganancias del que los emplea, sobre el fondo entero de materiales y salarios adelantados.

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