LA AUTORIDAD es un elemento necesario ya sea por tendencias naturales

LA AUTORIDAD

La autoridad es un elemento necesario ya sea por tendencias naturales, como la dependencia del niño, o por una necesidad social y política.

La verdadera autoridad no debe tratar de buscar un beneficio propio, sino un beneficio para todos. Se debe buscar como objetivo el crecimiento de la sociedad, ayudando a encontrar caminos para el desarrollo de las personas a las que se le esté aplicando esta autoridad y así, consigan potenciar todas sus capacidades.

Es importante tratar de mantener el bienestar de los habitantes para mejorar la convivencia en todos los ámbitos. La falta de autoridad es un tema que preocupa a muchos, tanto a docentes, psicólogos y a los propios padres.

Esta crisis de autoridad parte del abuso de esta, tanto en el mundo político y social como en el religioso. Por este motivo, se produjo un rechazo a la autoridad y se comenzó a desacreditar a todas las personas o instituciones que tuvieran que ver con el poder.

La falta de autoridad debería empezar a trabajarse por la Dirección del centro o por los padres y profesores. En muchas ocasiones, el docente se siente impotente ante la clase, no sabe como reaccionar ante ciertas situaciones en las que no se le está respetando.

Muchas veces esto ocurre cuando los profesores no se sienten apoyados por las familias de los alumnos o por el propio sistema educativo.

La falta de autoridad, en muchas ocasiones deriva a un comportamiento violento, pero este se puede educar para tratar de corregirlo, por muy complejo que pueda parecer.

Actualmente, los niños desconocen la necesidad del cumplimiento de reglas para una mejor convivencia ya que, en parte, no tienen modelos a seguir.

En sus casas se ha perdido la comunicación y muchos padres no saben hacerse respetar por lo que difícilmente el niño, al no tener un modelo de autoridad en su hogar, va a saber respetar al docente en la escuela.

Hoy en día, la autoridad se ve como algo negativo, se confunde autoridad con autoritarismo. Lo cierto es que tanto el exceso de autoridad como la ausencia de esta, puede provocar un estado de caos social.

Muchas personas confunden los términos “autoridad” y “jerarquía” con opuestos a “libertad” e “igualdad” y esto no es así.

Antes, el profesor era una figura que representaba el saber y el poder, pero hoy en día esta figura no es reconocida por los alumnos. El profesor, al ser una persona que posee autoridad, también tiene el derecho de castigar, enjuiciar o recompensar a sus alumnos para mantener un ambiente justo en el aula.

En muchas ocasiones, son los propios alumnos los que reclaman un profesorado cercano, pero que al mismo tiempo, tenga autoridad. Al alumnado hay que pedirle dos tipos de comportamientos, la obediencia y el respeto.

Se debe hacer todo lo posible para que el alumnado reconozca, participe y asuma que existen ciertas limitaciones y normas dentro del aula y que al mismo tiempo, trasladen esta disciplina y respeto fuera de la propia escuela, pero no porque sea lo que están obligados a hacer, sino porque los alumnos sean conscientes de que ese es el comportamiento más justo que llevará a un respeto general.

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