LA GRAN AVENTURA DE LA CHINCHILLA

LA GRAN AVENTURA DE LA CHINCHILLA

Era una hermosa mañana, el sol brillaba alto y los pájaros cantaban las más hermosas melodías, hoy era un día muy importante nuestra pequeña chinchilla saldría por primera vez para buscar alimentos, se froto la carita con las patitas a modo de limpiarla y se sentó a la entrada de la madriguera, lugar donde viven las chinchillas.

Al llegar el líder de las chinchillas, no podía contener su emoción, otra chinchilla adulta se dio cuenta y le dijo:

• Hola pequeña, ¿es la primera vez que saldrás?
• Si - contesto la pequeña- estoy muy emocionada, ¿Cómo será el mundo de allá?
• El mundo es lindo, te encontraras con el pequeño caracol, el cual va muy lentito para que su casita no se desordene, con las pequeñas hormigas, que no paran de trabajar, también con el gran zorro, pero de este debes cuidarte porque intentara llevarte, conocerás el huerto de donde traemos la comida, pero debes tener cuidado porque pertenece a un ser de gran tamaño siempre está mal humorado.
• ¿Mal humorado?  
• Si, mal humorado, por eso siempre debes estar junto al grupo, ¿lo entendiste? -La pequeña chinchilla afirmo con la cabeza.

Llego la hora de salir, y tal como la chinchilla adulta le dijo se encontraron con el caracol, no se apresuraba en avanzar, luego se encontraron con las hormigas, las cuales estaban haciendo una fila pasándose diversos granos y hojas que recolectaron, pero no se encontraron con el zorro.

Por fin llegaron al huerto, pero tampoco estaba ese gran ser del que hablaron, entonces iniciaron con su alimentación, primero todos comieron los tomates, siguieron con las lechugas y continuaron con las papas.

La pequeña chinchilla se aburrió de ir de aquí para allá siempre juntos, decidió escaparse a comer unas hermosas zanahorias que vio, lo hizo mientras todos iban a comer de unas habas frescas, nadie se dio cuenta, es así que empezó con su festín, muy alegre por su hazaña, pero sin que nadie se diera cuenta llego ese gran ser malhumorado, el vizcachon alerto a todos, pero nuestra pequeña chinchilla estaba muy entretenida comiendo que no se dio cuenta.

El grupo de chinchillas empezó a escapar sin saber de que olvidaron a la pequeña chinchilla, que recién se dio cuenta que la dejaron cuando el ser mal humorado empezó a gritar la cual hizo que diera un salto por el susto, empezó a correr sentido contrario al del grupo de chinchillas.

Se escondió en tras una gran roca, se lamentaba por haberse separado del grupo y empezó a llorar, así estuvo por mucho tiempo hasta que se hizo la noche, pero algo la hizo distraerse, un sonido entre los arbustos, era un pequeño zorrito, que se había separado de su mamá, al inicio la pequeña chinchilla tuvo miedo porque nunca había visto a un animal igual, pero al verla llorar se acercó a ella.

• Hola soy la pequeña chinchilla, ¿tú quién eres y porque lloras?
• Ah, hola soy el pequeño zorro y lloro porque no encuentro a mi mamá, y tampoco el camino a mi casa, todo por no hacer caso.
• Lo siento pequeño zorrito, yo también me perdí por no hacer caso a no sepárame del grupo, pero tranquilo nos haremos compañía.

Los dos pequeños amigos empezaron a hacer una pequeña madriguera para pasar la noche, al terminarla se durmieron juntos para darse calor, a la mañana siguiente el pequeño zorro sintió un olor conocido e hizo despertar a la pequeña chinchilla, ambos salieron y siguieron el olor, encontrándose así con la mamá del pequeño zorro, la que se puso muy feliz por haber encontrado a su cría.

En forma de agradecimiento la mamá zorra acompaño a la pequeña chinchilla hasta su casa, pasaron por las hormigas y el caracol, al llegar a la puerta, ambos amigos se despidieron y prometieron ya nunca más volver a desobedecer a sus mayores.

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