¿LIBERTAD LIMITADA?

¿LIBERTAD LIMITADA?

Hoy en día recibimos información desde múltiples plataformas, todo gracias al derecho a la libre expresión que se nos ha otorgado y que nos ha permitido evolucionar de manera en la que vamos. Debemos darnos cuenta que no siempre el que tiene más poder es el más lúcido y que, por el contrario, todas las ideas de las personas de nuestro entorno deben ser escuchadas para así avanzar como sociedad. Sin embargo, aún existen personas que priorizan el poder de la fuerza a los diversos ideales, siempre buscando como satisfacer sus intereses personales sin darle importancia a un bien común. La libre expresión nos permite estar mejor informados y más conscientes a la hora de tomar decisiones para nuestro futuro. Estando bien informados, somos menos susceptibles a ser engañados por corruptos que abundan en nuestro país.

Colombia, siendo un país tan golpeado por el conflicto; se suele pensar que quiénes amenazan contra la libertad de expresión son estos grupos ilegales, sin embargo, el Estado muchas veces se convierte en cómplice de censura, lo que ha causado muchas muertes anualmente a quienes denuncian estos actos delictivos ya que el silencio es lo más rentable para la corrupción. Cada muerte no solo silencia a quién tuvo el valor de denunciar, sino que infunde el miedo a quién quiera atreverse a hacer lo mismo, además de que amenazan contra el derecho colectivo de acceso a la información y nos arrebatan una gran parte de la verdad.

Son muchos casos de este tipo los que se ven, por ejemplo, dentro de la profesión del periodismo. Son ellos quienes más luchan contra la censura, las intimidaciones y los asesinatos a raíz de su libre expresión. En algunos casos ellos mismos recurren a la autocensura, a no contar todo lo que saben por su seguridad y por la de los medios donde difunden las noticias. Los grandes poderes en nuestro país no aceptan que se revele lo que ellos no quieren escuchar, no permiten que se opongan a sus intereses internos. Por otro lado, cabe recalcar que adicional a estos poderes, están los empresarios que manejan los medios, coartando aún más la libre expresión. Entonces, los periodistas deben hablar bien de estos empresarios porque son ellos quienes están pautando. Es ahí donde se evidencia el chantaje premiando el silencio y castigando a la crítica. Los que se atreven al periodismo crítico, a profundizar en un tema, se enfrentan a la persecución judicial por parte de funcionarios públicos que los demandan por “injuria y calumnia” que aprovechan la corrupción dentro de los estrados saliendo bien librados del tema e inhibiendo a que otros continúen con la investigación.

También hay que tener en cuenta los límites de la libertad de expresión, ya que como bien se dice, nuestros derechos comienzan donde terminan los de los demás. No podemos atentar contra la dignidad de quienes nos rodean y que si bien somos

libres

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