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La Agresividad Infantil


Enviado por   •  9 de Enero de 2012  •  2.707 Palabras (11 Páginas)  •  1.196 Visitas

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QUE ES AGRESIVIDAD INFANTIL

La palabra agresividad viene del latín "agredí" que significa "atacar". Implica que alguien esta decidido a imponer su voluntad a otra persona u objeto incluso si ello significa que las consecuencias podrían causar daños físico o psíquico (Pearce, 1995).

Buss (1961), define a la agresividad como una respuesta consistente en proporcionar un estimulo nocivo a otro organismo.

Bandura (1973) dice que es una conducta perjudicial y destructiva que socialmente es definida como agresiva.

Patterson (1977) dice que la agresión es "un evento aversivo dispensando a las conductas de otra persona". Utiliza el termino "coerción" para referirse al proceso por el que estos eventos aversivos controlan los intercambios diádicos.

Para Dollar, Miller, Mowrer y Sear (1939) es una conducta cuyo objetivo es dañar a una persona o aun objeto.

Revisando las diferentes definiciones podemos concluir que la agresividad es cualquier forma de conducta que pretende causar daño físico o psicológico a alguien u objeto, ya sea este animado o inanimado.

Causas y factores que influyen

La teoría del aprendizaje social defiende que las conductas agresivas se aprenden por imitación de los modelos que el niño tiene a su disposición desde el principio, es decir, sus padres en primer lugar y su entorno social inmediato en segundo (otros adultos o compañeros de juegos). Así, el niño suele comportarse y relacionarse con los demás casi en la misma forma en que sus padres lo hacen: si éstos actúan normalmente de forma brusca y a gritos, aprenderán que esa es la mejor forma de actuar y si por el contrario suelen comportarse tranquila y sosegadamente en sus relaciones con los demás, el niño se portará igual con sus amigos.

Tan importante como la conducta en sí es el tipo de consecuencia que obtenga de la misma: si tras una conducta determinada el niño obtiene algo agradable para él, la probabilidad de que ese comportamiento se repita aumenta considerablemente, sea adecuado o incorrecto.

En España, más del 55% de los padres educan de forma violenta a sus hijos, gritando y utilizando el castigo físico con relativa frecuencia como método casi único de ejercer la disciplina. Este tipo de actuación provocará más problemas en el desarrollo del niño cuanto mayor sea la dureza en el castigo, sin olvidar que el castigo físico pierde eficacia con la repetición a no ser que vaya aumentando su intensidad, por lo que, en realidad, deja de ser útil a medio y largo plazo. Aunque tradicionalmente se haya defendido el cachete a tiempo como una buena forma de evitar comportamientos inadecuados, más que prevenir lo que hace es provocar esa agresividad no sólo en el niño sino también en nosotros mismos.

En ocasiones el cansancio, los problemas cotidianos, el ritmo acelerado de vida nos llevan al recurso fácil del cachete como solución efectiva y rápida para controlar el mal comportamiento de nuestros hijos. Sin embargo debemos saber que existen formas alternativas, respetuosas y mucho más eficaces para lograrlo: pegando enseñamos a pegar, dialogando enseñamos a dialogar, amando y comprendiendo enseñamos a ser buenas personas.

CLASIFICACION DEL COMPORTAMIENTO AGRESIVO

Según Buss (1961), podemos clasificar el comportamiento agresivo atendiendo tres variables:

2.1 Según la modalidad

Puede tratarse de una agresión física (por ejemplo un a taque a un organismo mediante armas o elementos corporales) o verbal ( como una respuesta vocal que resulta nocivo para el otro organismo, como, por ejemplo, amenazar o rechazar).

2.2 Según la relación interpersonal

La agresión puede ser directa (por ejemplo, en forma de amenaza, ataque o rechazo) o indirecta (que pude ser verbal como divulgar un cotilleo, o física, como destruir la propiedad de alguien).

3. Según el grado de actividad implicada

La agresión puede ser activa (que incluye todas las mencionadas) o pasivas (como impedir que el otro puedas alcanzar su objetivo, o como negativismo). La agresión pasiva suele ser directa, pero a veces puede manifestarse indirectamente.

En el caso de los niños, generalmente suele presentarse la agresión en forma directa, como un acto violento contra una persona. Este acto violento puede ser físico, como patadas, pellizcos, empujones, golpes, etc.; o verbal, como insultos, palabrotas, amenazas. También puede manifestar la agresión de forma indirecta o desplazada, según el cual el niño arremete contra los objetos de las personas que ha sido el origen del conflicto.

FACTORES INFLUYENTES EN LA CONDUCTA AGRESIVA

Uno de los factores que influyen en la emisión de la conducta agresiva es el factor sociocultural del individuo, ya que es el responsable de los modelos a que haya sido expuesto, así como de los procesos de reforzamientos que haya sido sometido. Si en el abundan modelos agresivos, la adquisición de estos modelos desadaptados será muy fácil.

La familia es, durante la infancia, uno de los elementos más importantes del ámbito sociocultural del niño. Las interacciones entre padres e hijos van moldeando la conducta agresiva mediante las consecuencias reforzantes inherentes a su conducta.

El niño probablemente, generalice lo que aprende acerca de la utilidad y beneficios de la agresión a otras situaciones,. En estas circunstancias, el pone a prueba las consecuencias de su conducta agresiva. Las familias que permiten el control de las conductas mediante el dolor, tienen una alta probabilidad de producir niños que muestren altas tasas de respuestas nocivas. La conducta agresiva del niño acaba con gran parte de la estimulación aversiva que recibe.

Dentro de la familia, además de los modelos y refuerzos, son responsables de la conducta agresiva el tipo de disciplina a que se le someta.

Se ha demostrado que una combinación de disciplinas relajadas y pocos exigentes con actitudes hostiles por parte de ambos padres fomenta el comportamiento agresivo en los hijos. El padre poco exigente es aquel que hace siempre lo que el niño quiere, accede a sus demandas, le permite una gran cantidad de libertad, y en casos extremos le descuidad y le abandona.

El padre que tiene actitudes hostiles, principalmente no acepta al niño y lo desaprueba, no suele darle afecto, comprensión o explicación y tiende a utilizar con frecuencia el castigo físico, al tiempo que

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