La Corporacion

Su único objetivo es hacer dinero y crecer. Las empresas de hoy en día están decididas a hacer cualquier cosa para lograr esa meta no importa si transgreden lo que se considera o se consideró sagrado, no importa si dicen la verdad o no; la visión del mundo se ha distorsionado tanto que si pudiéramos traer un hombre erudito del pasado se sorprendería o se asquearía de ver de lo mucho que nos preocupamos por nada. Tanto el documental de la corporación como la lectura de La ética como estética nos quieren mostrar un punto clave, la disminución de los valores sociales, la modificación y tergiversación para comodidad de ciertos grupos o particulares (cosa que si bien se ha hecho siempre, parece que ahora se ha perfeccionado). Las corporaciones son los nuevos gobiernos disfrazados, ellos controlan el dinero, las posesiones, se privatiza todo (bien lo dicen en el documental, hasta los seres vivos se están privatizando), y lo peor de todo es que tienen un control sobre las personas, éstas los siguen por “gusto” y no por obligación. Este marketing corporativo nos muestra una nueva idolatría por convicción donde antes la religión u otras creencias estaban asentadas, bien lo dice Rosa María Rodríguez en su texto: “Cuando las grandes fundamentaciones religiosas o ideológicas dejan de vertebrar la cultura imponiendo sus imperativos morales, el individualismo […] genera respuestas morales desde el narcicismo y la frivolidad. No han sido la interiorización ni el esfuerzo ni la certeza de verdades indubitables […] sino la banalidad”.

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