CORPORACIONES

“KFC es mucho más que comida excelente.” Es la frase rema con la que KFC se hace conocer. KFC se construyó sobre los valores del Coronel Harland Sanders. Además de servir el mejor pollo del mundo, la familia de KFC también tiene una historia extensa y rica en generosidad y apoyo a aquellos que intentan mejorar. Eso comenzó con el Coronel. Al Coronel Sanders le apasionaba ayudar a las personas que intentan mejorar mediante la educación. Y pensamos que nada se acerca más a sus valores que el programa de becas educativas REACH® y el programa de equivalencias de la escuela secundaria REACH HIGH™. Estos programas de la fundación tendrán un impacto en cientos de vidas por muchos años y, en el proceso, ayudan para que KFC sea un lugar para crecer y mejorar. Están además intencionalmente sobre la incorporación de la sostenibilidad en la forma de hacer negocios para reducir la huella ambiental para el beneficio de sus clientes, socios, franquiciados y sus familias, los accionistas y el planeta. Cumplen su compromiso al centrarse en estas áreas clave: edificios verdes, eficiencia energética, conservación del agua, Scorecard proveedor, acondicionamiento de papel a base de recuperación de residuos y reciclaje.

Podemos ver como KFC se proyecta ante el público, ante sus fanáticos. Pero no todo es como dicen, la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken fue acusada en China de utilizar determinadas sustancias cancerígenas como el trisilicato de magnesio en el aceite con el que se fríen sus productos. Esta sustancia se emplearía para poder prolongar la vida útil del aceite. El caso es que la cadena de comida rápida ya ha sido acusada en China en ocasiones anteriores sobre el uso de otros ingredientes nocivos para la salud, como fue el caso del colorante cancerígeno Sudan I o las grasas artificiales.

China está evolucionando y los controles alimentarios y sanitarios para garantizar una alimentación más sana a su población destaparán el deficiente proceder de algunas empresas instauradas en el país.

Si ciertamente las empresas de comida rápida pretenden lavar su imagen en los países occidentales, también es cierto que algunas empresas se aprovechan de las escasas medidas de seguridad alimentaria en otras partes del mundo, campan a sus anchas sin importarles los efectos negativos para la salud de sus prácticas alimentarias. En mi opinión no sirve la imagen que ellos dan sino lo que sus acciones dicen, ¿de qué sirve decir que cuidan del medio ambiente si sus productos tienen sustancias nocivas para el consumidor? Lo bueno en el caso de KFC no justifica lo malo.

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