La Globalización

Solemos despertar cada día de nuestra vida y concentrarnos en nuestro simple plan de vivir y que todo trascurra de la forma que inevitablemente debe suceder, ya sea a base de nuestras causas, o a raíz de los demás, pero muy pocas veces consideramos que detrás de cada una de esas acciones y metas que esperamos cumplir en un día predeterminado normal, se esconde la participación de muchas personas que indirectamente ayudan a que nuestra vida tenga las facilidades que actualmente presenta.

Desde tiempos remotos, el paso de los días y las noches han marcado gran parte de la evolución que como seres humanos hemos ido presentando y que ha traído con ella un sinfín de descubrimientos científicos y naturales que dan razón a la inteligencia que el hombre puede tener y desarrollar, y que han sido el motor de búsqueda de un futuro que día a día obtiene una nueva visión y que no se conforma con lo que logra, sino que cada vez busca un mayor alcance que cubra todas las expectativas que el humano espera.

Todos estos descubrimientos ayudan al caminar de la humanidad orientándola a tomar un camino más fácil hacia cualquier propósito que este busque satisfacer, presentándole las herramientas necesarias que lo ayuden a conseguirlo. Estas herramientas, vistas como la tecnología móvil, la electrodoméstica, la farmacéutica y la digital, han cambiado la perspectiva de un cambio en la tecnología general del mundo, y a su vez, han causado la idea de que la globalización depende únicamente de ellas.

En todo ese proceso que menciono, en el cual el ser humano ha ido construyendo la vida individuo pensante y razonable, y que consta de más de tres mil años, la globalización ha tomado cause a partir de la necesidad de usar el mayor número de recursos que la propia vida le ha presentado.

Todos estos, como simple consecuencia de dicha evolución, presentan ahora un movimiento mundial que no precisamente favorece la visión de la historia moderna, puesto que con ella vienen cambios significativos en la raza humana, ya sea en sus ideologías, en sus actividades diarias, en el entorno natural, social y cultural, en sus religiones, sus propósitos de vida, el clima de los grandes espacios geográficos y la simple forma en que cada uno de nosotros valora lo que el planeta tierra nos presta día con día.

Esta forma “nueva de pensar” hace que el planeta y su valor parezca que tiene menos sentido de lo que en realidad posee, y que día con día, cada uno de nosotros perdamos el sentido de lo que en realidad estamos produciendo al vivir y sobrevivir. “Sobrevivir” a esos cambios que precisamente nosotros vamos generando y que inevitablemente nos llevarán algún momento a un final de la humanidad que no podrá ser detenido.

La monotonía es una de las principales barreras que nublan el panorama de lo que el planeta hace y da para nosotros y de lo que nosotros hacemos y producimos para él. Despertar

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