La violencia de genero reflejada en las obras visuales y audiovisuales

En el siguiente texto argumentativo se estará abordando el tema de la violencia de genero

que vemos reflejada en las obras visuales y audiovisuales a lo largo de la historia y en la

actualidad. Si bien, este es un suceso que ha existido desde tiempos inmemorables y es el

símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Una violencia que se dirige

sobre las mujeres por el mismo hecho de serlo, donde en ciertos casos somos consideradas

carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión.

Asimismo, vemos como los estereotipos de género fueron construidos socialmente, es

decir, esas costumbres sobre que las responsabilidades del hogar recaen únicamente en las

mujeres, del mismo modo que se ha tenido ese concepto de que las mujeres están limitadas a la

procreación y a la atención de su pareja, y el matrimonio ha servido para legitimar la sumisión y

subordinación femenina, que a su vez fomenta el hecho de que la violencia contra las mujeres

comience incluso desde antes de nacer y continúe a lo largo de su vida. Ante este alarmante

contexto tenemos que seguir viendo la violencia de género como un problema social con un

trasfondo sociocultural que se debe combatir y erradicar.

Respecto al contexto histórico, si bien se sitúa el origen de la violencia de género o del

“machismo” en la antigua Roma, donde el padre de familia tenía la autoridad sobre todas las

personas con quienes convivía; la mujer era inferior y, por tanto, podía hacer con ella lo que

quisiera según sus deseos. Son muchos y antiguos los ejemplos de desigualdades y

discriminaciones hacia la mujer ya que esta es una práctica que viene desde los primeros años de

la humanidad donde los regímenes de convivencia antiguos ya establecían claras diferencias

entre hombres y mujeres, en los que el hombre era el “dominante”.

En efecto, la violencia de genero se encuentra reflejada en muchas partes, especialmente

en las obras de arte, comenzando por aquellas que representan escenas bíblicas o mitológicas,

donde dejan ver raptos, violaciones y humillaciones hacia las mujeres, estando ampliamente

representadas en cuadros, dibujos y esculturas. Asimismo, porque refleja la misoginia y la

crueldad patriarcal hacia las mujeres en diferentes épocas de la historia, y se engloban diversos

actos agresivos que se presentan hacia las mujeres.

Un ejemplo claro de ello es en las obras “No quieren" (1810- 1815) Francisco de Goya,

"El rapto de Proserpina" (1621- 1622) Gian Lorenzo Bernini, "El rapto de las Sabinas"

(1579) Juan de Bolonia, "Susana y los viejos" (1560-1565) Tintoretto. Donde han

representado de manera misógina a las mujeres, no sólo se muestran los cuerpos estereotipados

por los gustos de la época, sino también la demostración de la fuerza y la razón del género

masculino frente al definido como débil. Esto puede ser visto en otras muchas obras maestras

que

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