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LA VIOLENCIA REFLEJADA MEDIANTE LOS PERSONAJES DE LA OBRA "LA CIUDAD Y LOS PERROS"


Enviado por   •  7 de Junio de 2013  •  1.426 Palabras (6 Páginas)  •  862 Visitas

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Para Weber “ el poder es un mando fáctico, una fuerza que se impone aún contra la voluntad del otro y sin importar la razón de aquella” (Weber, 1999, pag. 323), esta, si es utilizada de manera correcta puede generar beneficios para la sociedad, es decir, un bien común. Sin embargo, en algunos casos dicho poder es utilizado de manera negativa y con fines de lucro; asimismo es de conocimiento público que en algunos casos donde el poder es netamente anárquico, para acceder a este, se suele utilizar la violencia, entendiendose tal, como todo acto que pretenda corromper la voluntad de la persona. Diferentes autores son conocedores de dicha realidad y por ende buscaron plasmar mediante sus obras la relación estrecha existente entre el poder y la violencia; no obstante ninguno de ellos consiguió dar a conocer de manera tan verídica lo que realmente connota al nivel del excelentísimo Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, peruano reconocido a nivel mundial por su gran talento para redactar y sobre todo, para reflejar la realidad .

Una de las narrativas del nobel que mejor representa dicha realidad es “La Ciudad y los Perros”, obra de carácter controversial publicada en 1963, cuyo argumento relata la vida, costumbres y tradiciones de los jóvenes dentro del colegio militar Leoncio Prado , lugar donde Vargas Llosa estudió durante dos años y que sirvió de inspiración en la novela del literato. En el siguiente ensayo se dará a conocer como es que el novelista Jorge Mario Pedro Vargas Llosa plasma en su obra “La Ciudad y los Perros” el poder, la violencia y el temor en el colegio Militar Leoncio Prado, analizando escenas en las que se evidencia claramente el abuso del poder y violencia.

Vargas Llosa demuestra mediante su obra que los jóvenes estudiantes del Colegio Militar Leoncio Prado consideraban a la violencia como una herramienta para llegar al poder. Esto se evidencia explícitamente en el denonimado “Bautizo” ; ritual lleno de violencia física y psicológica efectuada en su mayoría por alumnos del quinto grado de secundaria, este acto tenía la finalidad de humillar a todos los recien internos para hacerlos sentir como seres que no tienen dignidad alguna y no merecen respeto.

El Esclavo no recuerda la cara del muchacho que fue bautizado con él. Debía ser de

una de las últimas secciones, porque era pequeño. Estaba con el rostro desfigurado

por el miedo y, apenas calló la voz, se vino contra él, ladrando y echando espuma

por la boca y de pronto el Esclavo sintió en el hombro un mordisco de perro rabioso

y entonces todo su cuerpo reaccionó y mientras ladraba y mordía, tenía la certeza

de que su piel se había cubierto por una pelambre dura, que su boca era un hocico

puntiagudo y que, sobre su lomo, su cola chasqueaba como un látigo.

(Vargas Llosa, 1973, p.47).

De este modo, se puede observar como los alumnos de grados superiores imponían su autoridad frente a sus compañeros menores mediante la violencia que ocasionaba en los internos un intenso temor y por ende un “respeto” forzado. Sin embargo, existe un cadete de tercer grado, el jaguar, él no permite ser golpeado y logra su propósito solo gracias a que es mucho más fuerte y violento que el resto, aqui se vuelve a hacer evidente que el poder solo es posible gracias a la violencia.

Él es distinto. No lo han bautizado, Yo lo he visto. Ni les dio tiempo siquiera, Lo

llevaron al estadio conmigo, ahí detrás de las cuadras. Y se les reía en la cara, y

les decía : ¿ Así que van a bautizarme ?, vamos a ver, vamos a ver. Se les reía en

la cara y eran como diez, [...] Algunos se sacaron las correas y lo azotaban de lejos,

pero les juro que no se le acercaban. Y por la virgen que todos tenían miedo, y juro

que vi no sé a cuántos caer al suelo, cogíendose los huevos, o con la cara rota, fíjense

bien. Y él se les reía y les gritaba : ¿ Así que van a bautizarme ? Qué bien, qué bien

( Vargas Llosa, 1973, p. 49).

Por otro lado, se encuentra se encuentra Ricardo Arana ( el esclavo ), él vendría a ser el opuesto del jaguar pues mientras el jaguar es un ser violento, fuerte, respetado y que inspira temor por donde vaya; el Esclavo es el cadete más tímido y reprimido de la cuadra, además es motivo de burla para la mayoría de sus compañeros de pabellón. Además él no se sentía parte de aquel lugar ni de ninguno, había sido despreciado de todos los lugares debido a su supuesta falta de “valentía”, esta

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