La ética en el ámbito laboral ¿como tratar casos de discriminacion?.

La ética en el ámbito laboral ¿como tratar casos de discriminacion?

La ética puede tener diferentes significados para cada individuo, pero por lo general, simplificando, se trata de un sentido básico del bien y del mal. Dentro de la actividad empresarial, se trata de tomar decisiones que tienen que ver con lo correcto y lo incorrecto, y con la ley.

La ética de los negocios también llamada "ética profesional" es el termino que se le da a la moral en los negocios tratando de hacer una competencia sana entre empresas o negocios diferentes determinando la conducta, los principios y valores morales que se da entre ellas.

En la situación presentada nos encontramos con un conflicto entre la ética profesional que nos induce a reducir los problemas entre nuestros empleados y generar el máximo de producción y actividad en el trabajo.

En mi opinión, este es un claro caso de discriminación y poco ética puesto inicialmente se presenta un degrado a la figura femenina cuando los varones, hacen comentarios poco agradables. Luego, en un segundo momento cuando como jefe se considera la idea de mover a la empleada a una nueva posición para evitar futuros altercados.

Entre tanto, la responsabilidad de una persona reside en su obligación de responder por sus propios actos. La misma se ve condicionada por la libertad y la voluntad. En lo que respecta a la ética profesional, la responsabilidad de un individuo lo obliga a desarrollar ética y justa su trabajo. Intentando cooperar en la medida que pueda con el bien común.

En este caso, el jefe es encargado de interceder en situaciones similares en las que se presente algún tipo de discriminación o violencia.

Para concluir, si se quiere evitar en gran medida los problemas de índole ético-moral que surgen en el ejercicio de una profesión o de un oficio, se deben poner en práctica principios éticos que establezcan los parámetros y reglas que describan el comportamiento que una persona puede o no exhibir en determinado momento. No es difícil poner estos principios en práctica, pero el omitirlos redundará en perjuicio propio y en el de las personas con quienes se interviene o se interactúa.

La ética debe convertirse en un proceso planificado, con plena conciencia de lo que se quiere lograr en la transformación de nuestras vidas. Debemos desarrollar al máximo el juicio práctico y profesional para activar el pensamiento ético, reconocer qué es lo correcto de lo incorrecto y contar con el compromiso personal para mantener el honor y el deber.

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