Las Drogas (DLS)

Las drogas

LSD

¿Qué es el LSD?

El LSD es uno de los productos químicos más potentes y capaces de cambiar el humo. Se manufactura a partir del ácido lisérgico, que se encuentra en el cornezuelo, un hongo que crece en el centeno y otros granos.

Se produce en forma de cristales en laboratorios ilegales, principalmente en Estados Unidos. Esos cristales se transforman a líquido para distribuirlo. Es inodoro, incoloro y tiene un ligero sabor amargo.

Conocido como “ácido” y con muchos otros nombres, el LSD se vende en la calle en pequeñas tabletas (“micropuntos”), cápsulas o cuadros de gelatina (“cristal de ventana”). A veces se añade al papel secante, que entonces se divide en cuadros pequeños con diseños o personajes de historietas. Ocasionalmente se vende en forma líquida. Pero sin importar en qué forma esté, el LSD conduce a quien lo consume al mismo lugar: una severa desconexión de la realidad.

Los consumidores de LSD llaman “viaje” a una experiencia con LSD que típicamente dura unas 12 horas o más. Se llama “mal viaje” cuando la situación sale mal, lo cual sucede con frecuencia, y es otro nombre para un infierno viviente.

¿Cuáles son los riesgos del LSD?

Los efectos del LSD son impredecibles. Dependen de la cantidad tomada, el estado de ánimo y su personalidad, así como en el entorno en el que se tome la droga. Es como juegos de azar: un viaje acelerado y distorsionado o un serio bajón paranoico.

Los consumidores de LSD a menudo experimentan pérdida de apetito, insomnio, sequedad en la boca y temblores. Los cambios visuales están entre los efectos más comunes: el consumidor puede llegar a estar fijado en la intensidad de ciertos colores.

Los efectos dañinos del LSD

Efectos Físicos: Pupilas dilatadas, la temperatura del cuerpo puede bajar o subir, pérdida de apetito, insomnio, temblores, etc.

Efectos Mentales: Delirios, Alucinaciones, distorsión del tiempo y de la identidad, distorsión de la percepción de profundidad, Miedo a perder el control, etc.

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