Las leyes y la ética en el proceso de toma de decisiones del comando

LXIII Avanzado 2021, el profesionalismo militar y el liderazgo

Las leyes y la ética en el proceso de toma de decisiones del comando

Ante la disyuntiva que representa la ejecución o no de ciertas acciones militares, bajo circunstancias apremiantes que demandan una toma de decisiones inmediata y acertada, el comandante tendrá la responsabilidad de adoptar una posición dentro de la gran “balanza” de lo legal y lo ético. El presente artículo proporciona varios criterios personales bajo el enfoque propuesto por A. Edward Major, en su artículo “las leyes y la ética en el proceso de toma de decisiones del comando”.

Según lo referenciado por Major (2012), “la mente humana no funciona en su óptima capacidad cuando está agitada y enfrenta amenazas de muerte”, lo que genera que, por inercia o por instinto de supervivencia, actuemos de manera reactiva ante situaciones imprevistas. Bajo esta premisa, comandar un contingente demanda del líder la capacidad de poder sintonizar a todos los participantes en los mismos procedimientos ante los diversos escenarios específicos que pudieran presentarse al momento de ejecutar una operación.

Estos procedimientos, ¿deberán estar apegados a lo legal o a lo ético? La respuesta a esta interrogante parece sencilla y lógica, a ambos. Sin embargo, se debe tener en consideración que buscar el equilibrio ideal entre lo legal y lo ético se torna sumamente difícil, especialmente cuando variables exógenas como las políticas, disposiciones, intereses, factores críticos, entre otras, forman parte de la ecuación denominada “toma de decisiones”.

El proceso de toma de decisiones, en la teoría, está compuesto de una serie de “pasos” bien marcados, que permiten al comandante, conjuntamente con su plana/estado mayor (asesores), analizar la situación a la cual se enfrentan, ver los recursos con los que se dispone y adoptar tantos cursos de acción posibles, como escenarios pudieran presentarse. Ya en la práctica, se presentan situaciones imprevistas que exigen del ejecutor una decisión y acción inmediata. Esa decisión, marcará su vida profesional, pero, sobre todo, su estabilidad emocional.

Para evitar el titubeo ante estas circunstancias, el comandante deberá establecer procedimientos específicos claros, enmarcados en los parámetros legales que rigen al ámbito militar. Si bien, la finalidad de luchar en un conflicto (interno o externo) es ganarlo, las normas legales restringen o autorizan el accionar de estas fuerzas, tal como lo manifiesta Major (2012) cuando resalta que “la sociedad emplea la restricción de la ley para mantener a los actores antes mencionados, sobre la línea del comportamiento permisible”. En el argot militar, estos lineamientos son las denominadas reglas de enfrentamiento y/o normas de comportamiento, según sea el caso.

Estos lineamientos deben estar apegados a los principios éticos que profesa la Institución, que para el caso de nuestras Fuerzas Armadas se encuentran plasmados en el Manual de Ética, el cual demanda de cada uno de sus miembros una serie de valores y virtudes militares que deberán estar arraigados en su ser, no como una política de mando, sino como un credo institucional. Si este ideal se consigue, el accionar de este personal, dará al comandante y a la población, plena garantía que su intervención velará por los derechos humanos de todos los participantes en una acción hostil, pero, sobre todo, garantizará la tranquilidad de conciencia del actor directo.

Trabajos citados: Edward Major, A. (2012). Las leyes y la ética en el proceso de toma de decisiones del Comando. Military Review, 2-17.

Página  de 2

...