Los sistemas políticos y las entidades públicas

En la actualidad, los sistemas políticos y las entidades públicas están siendo cuestionados constantemente por los medios de comunicación y la sociedad en general, debido a distintas anomalías en los servicios que prestan. La corrupción toca a la puerta de todas las personas y es fácil caer en el juego a cambio de obtener múltiples beneficios o de manera sencilla lo que se desea. Esta situación provoca que las personas exijamos cada vez más el conocer qué se hace con los fondos públicos, cómo ejecutan las tareas asignadas de sus puestos y la rendición de cuentas ante el compromiso que manejan con el pueblo, en otras palabras, se exige transparencia.

Alguna información por su carácter privado debe reservarse a otras personas ajenas al proceso público administrativo, pero la función pública siempre debe ser visible para los ciudadanos. La transparencia constituye la comprobación de una voluntad de poder compartido entre el gobierno y la sociedad, se sustenta en la libertad de expresión y en el derecho a la información.

La transparencia tiene dos caras: por un lado establece las obligaciones de los responsables de las instituciones públicas, como el Poder Judicial, el Ejecutivo u Legislativo, y por otro lado, se encuentran los individuos y la sociedad organizada en partidos políticos, sindicatos, cámaras empresariales, iglesias, instituciones educativas, empresas y demás.

Se requiere sensibilizar a los servidores públicos sobre la transparencia como valor democrático, sobre la participación social organizada que no baja la cabeza ante acciones autoritarias y violentas. Para esta misión, los medios masivos de comunicación cumplen un papel fundamental como emisores de información para el pueblo, pues investigan, buscan, interrogan, descubren y denuncian las acciones de los otros y por ello resultan molestos al poder si se manejan con responsabilidad y no más bien al servicio del poder político y económico.

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