Movimiento Vecinal En Tlatelolco
Tlatelolca30 de Abril de 2015
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Treinta años después
La lucha vecinal ejercida por los tlatelolcas a partir de 1973 representó tal vez el primer triunfo popular sobre el Partido Revolucionario Institucional. Este éxito fue la punta de lanza tomada posteriormente por los ciudadanos luego del trágico sismo del 19 de septiembre de 1985, pues resulta evidente que la Coordinadora Única de Damnificados no se hubiera constituido con tal prontitud de no haber habido un empuje previo. Una organización eficaz espontánea es prácticamente imposible.
El terremoto, y la consiguiente movilización ciudadana, desató la ambición de elementos que no habiéndose distinguido antes ni por sus ideas ni por su activismo, aprovecharon la diáspora tlatelolca tras el sismo para incrustarse en las nuevas agrupaciones, presentándose como líderes democráticos y honestos. Por lo mismo, resultaba inconveniente para ellos que se conocieran los antecedentes solidarios de la comunidad tlatelolca.
Como participante activo de tal esfuerzo social, puedo asegurar que esta historia se eslabonó con el movimiento estudiantil de 1968 por su estrategia de concientización, por su honestidad, y destacadamente, por la conquista del autogobierno.
El testimonio de aquella lid de los años setentas, vertido con el nombre de Movimiento Vecinal en Tlatelolco* Una experiencia urbana, fue totalmente ocultado pese a su relevancia. No convenía a los oportunistas divulgarlo por razones obvias; no importaba la superación de los demás, sino explotar el desconcierto para disfrazarse de revolucionarios.
El Partido de la Revolución Democrática alcanzó el poder en el Distrito Federal al principio de los años noventas, y los funcionarios designados para controlar esta zona, lejos de intensificar la solidaridad vecinal y elevar las condiciones económicas de sus habitantes, forzaron la condominización de Tlatelolco a la cual nos opusimos por más de una década. Tal acción perjudicó a 10 000 familias del multifamiliar, que actualmente no cuentan con grupos independientes que las defiendan como antaño, con lugares públicos dónde manifestar sus inconformidades, que carecen de seguro contra catástrofes, que no disfrutan de actividades culturales y de zonas de esparcimiento tranquilas y limpias, y por supuesto, que no tienen ingerencia alguna para administrar Tlatelolco o proponer un uso racional de su presupuesto.
Los líderes —fingidamente de izquierda— que desde entonces controlan este conjunto urbano, permitieron la privatización de la red de gas, que por más de dos décadas surtió de este energético a —relativamente— bajo costo. Ahora, una empresa extranjera impone precios e inspecciones de seguridad fuera de los departamentos, no como antaño, que éstas incluían las viviendas en el costo del producto. Puestos callejeros invaden zonas internas de Tlatelolco, publicidad partidista y comercial difundida mediante bocinas altisonantes agreden con frecuencia a sus moradores. El museo de sitio con el cual soñamos desde siempre, continúa siendo una ilusión. En suma, el retroceso ha sido constante en todos los sentidos.
Al incorporar este material en Internet para uso general, pretendo desencriptar un episodio paradigmático y ponerlo al servicio de sociólogos, urbanistas, historiadores, colonos, y ciudadanos que pretendan mejorar su entorno habitacional y cultural.
Max Mendizábal.
• Movimiento Vecinal en Tlatelolco obtuvo en 1983 Mención Honorífica en el concurso Testimonio, del Instituto Nacional de Bellas Artes.
PRESENTACIÓN
La cuestión de cómo se organiza la gente que habita en comunidades urbanas, en búsqueda de solución a sus problemas cotidianos, en concreto de aquellos referentes a la gestión democrática en el manejo de la vivienda multifamiliar y de su entorno o espacio geográfico, es algo poco estudiado en nuestro país. Esta ausencia recién se empieza a superar con la realización de trabajos efectuados por distintos investigadores preocupados por explorar las formas de autogestión vecinal en una sociedad como la mexicana, cuya industrialización y urbanización en las últimas décadas han avanzado vertiginosamente.
En este sentido, el trabajo de Max Mendizábal expone cuáles han sido las vicisitudes de la lucha de los residentes de esta zona, ubicada en el centro de la Ciudad de México, en un contexto de crisis económica que agobia al país y despierta la necesidad de organizarse colectivamente para impedir el deterioro de sus condiciones de vida a través de la llamada “AUTOADMINISTRACIÓN”. Existe también una inquietud ciudadana creada particularmente por los sucesos de 1968, de participar democráticamente en la toma de decisiones en los asuntos públicos a varios niveles, entre ellos el municipal y/o delegacional (como en el caso del D.F.).
Este libro aporta abundantes datos e información acerca del movimiento vecinal tlatelolca, en su lucha contra, por un lado, el paternalismo y despotismo de las autoridades e instituciones de gobierno, y por el otro, contra el individualismo y conservadurismo propios de una gran parte de la clase media urbana en México. Tales experiencias servirán, sin duda, a otros conglomerados en busca de organización.
Esta obra obtuvo, con el nombre de “La Autoadministración en Tlatelolco”, Mención Honorífica en el concurso “TESTIMONIO” 1983, del Instituto Nacional de Bellas Artes, justificada por su contenido analítico, ágil y comunicante.
Ediciones Unidad Urbana presenta al público este trabajo, coincidiendo con el pensamiento del autor en el sentido de que los pequeños y graduales cambios ayudan a producir las grandes transformaciones que son indispensables para construir una sociedad más libre y justa en nuestro país.
Sociólogo Aurelio Cuevas. UNAM. 1983.
Movimiento vecinal en Tlatelolco *
Una experiencia urbana
Max Mendizábal
* Mención Honorífica “Testimonio 1983”. Instituto Nacional de Bellas Artes.
* Se autoriza su difusión.
Dedicatorias
A mis hijos, a quienes aparentemente
descuidé con mi participación, pero
que mucho aprendieron de ella.
A Martín Reyes Vayssade.
M O T I V A C I Ó N
Como en tantos lugares de nuestro país, el ciudadano de Tlatelolco se ha sentido terriblemente desamparado cuando busca la solución a los problemas de la comunidad. La injusticia, la in¬transigencia y la sordera de quienes han lucrado en esta unidad habitacional inició con sus primeros administradores hacia sus primeros pobladores. Estos no han cejado desde entonces en obtener el derecho a gobernarse a sí mismos. En el camino para lograrlo, un paso trascendental ha sido la conquista de la Autoadministra¬ción.
A más de siete años de distancia, con avances y retrocesos se percibe claramente que lo que motivó esta movilización era sola¬mente la cima de un sinfín de anomalías producidas por la sociedad corrupta procreada por el sistema en que vivimos, que al emerger lentamente va mostrando el panorama putrefacto de su conformación.
Cualquier labor por pequeña que sea, que logre elevar la concientizaci6n de la sociedad, es un espacio más conquistado a la burguesía.
Con esta idea se han elaborado estas memorias.
GENERALIDADES
UTILIZACIÓN DEL SUELO ZONAS VERDES
Áreas habitacionales 129 196.84 m2 1a. Sección 54 199.50 m2
Áreas de servicios sociales 177 354.83 2a. Sección 64 183.50
Áreas libres 461 471.64 3a. Sección 67 607.50
Total 768 623.31 Total 185 990.50
EDIFICIOS Y DEPARTAMENTOS
BANOBRAS ISSSTE TOTAL
1a. Sección 18 2 266 10 1 140 28 3 406
2a. Sección 30 3 414 6 778 36 4 192
3a. Sección 36 4 310 - ---- 36 4 310
3a. Sección 2 96 - ---- 2 96
Total 86 10 086 16 1 918 102 12 004
Cuartos de servicio: 2 272
MISCELÁNEA
Población fija aproximada: 78 518
Densidad por hectárea: 1 022
Hospitales y clínicas: 6
Giros comerciales: 600*
Centros deportivos: 3
ESCUELAS
Preprimarias 11
Primarias 8
Secundarias 3
Total
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