Ordenes De Ayuda

Resumen e ideas principales.

Ayudar es un arte que requiere de un saber hacer, que se puede aprender y practicar y requiere del poder sintonizar con aquel al que se ayuda. Esto hace a la ayuda como profesión distinta a la ayuda que se da cotidianamente en las relaciones humanas.

La ayuda es un elemento natural y vital en el equilibrio de las relaciones humanas y todos los seres humanos necesitamos de la ayuda de otros, a la vez los otros necesitan de la nuestra.

1. El primer Orden de ayuda

Solo podemos dar aquello que tenemos y solo podemos esperar y tomar aquello que realmente necesitamos. No podemos tomar algo que otro no debe darnos, porque es a esta persona a la que le corresponde tenerlo y si lo tomáramos, le quitaríamos algo que solo ella puede tener o llevar. Así pues dar, recibir y tomar tiene sus límites.

Esta ayuda ha de ser humilde, además no espera nada y tampoco se involucra en el dolor.

2. El segundo orden de la ayuda

En este punto la ayuda tiene que ver con la supervivencia tanto del desarrollo como del crecimiento. Por tanto, solo se puede cambiar aquello que las circunstancias permitan y además solo cambiará aquello que el cliente puede y necesite cambiar.

En este aspecto el que ayuda ha de tener en cuenta las circunstancias externas que no pueden cambiarse, como por ejemplo las enfermedades hereditarias.

3. Tercer orden de la ayuda

Este punto trabaja la posición que debemos encarar a la hora de ayudar. La posición de ayuda útil es aquella en la que nos aproximamos al otro como lo que es: un adulto. Cuando se hace de forma incorrecta (cuando el educador recibe a sus pacientes como si éstos fueran sus hijos), se establece una larga relación en la que el educador intenta ser mejor que los padres de sus pacientes o igualar su cometido ante éste. Este hecho hace, además, que el que recibe la ayuda se apodere del control de la situación, lo cual no favorece en absoluto la tarea del educador.

4. Cuarto orden de ayuda

Dentro de este orden se trata el tema concreto de que no debe existir relación personal alguna con el cliente. Además debemos tener en cuenta el concepto de empatía, ya que este debe ser sistémica y, como decíamos antes, alejada de lo personal, siempre desde una perspectiva muy profesional.

5. Quinto orden de ayuda

Hablamos aquí de ponernos al servicio de todos sin hacer distinciones entre buenos y malos en la familia. No permitimos las quejas, sea cual sea la situación ya que esto hace caer al educador en la posición de padre y el cliente asume la posición de hijo.

Observación,

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