Prostitución En El Ecuador

La prostitución se define como el acto de participar en actividades sexuales o tener sexo a cambio de dinero o bienes. Aunque esta actividad es llevada a cabo por miembros de ambos sexos, es más frecuente en mujeres, aunque también se aplica a hombres. La prostitución puede ser tanto heterosexual como homosexual, y puede involucrar a travestidos y transexuales.

Desde la antigüedad donde tenía un carácter religioso o sagrado, ligando al culto de la Diosa Madre, pasando por las culturas precristianas, que vieron en ella un factor coadyuvante a la estabilidad familiar, hasta nuestros días en que la sociedad ha adoptado una doble postura: condenar a la mujer que la ejerce y fomentarla como un "mal necesario" que permite que los varones satisfagan sus excesivos instintos libidinosos.

En la ciudad de Quito hoy en día existen muchas mujeres que se dedican a este trabajo, y un porcentaje vienen de diferentes provincias y países vecinos como Colombia y Perú. La mayoría de estas mujeres realiza esta actividad por motivo de necesidad económica, ya que son madre y padre de un hogar, o en distintos casos necesitan el dinero para financiar sus estudios universitarios.

Las mujeres que realizan este trabajo comienzan en un promedio de 14 años de edad en adelante, las cuales son engañadas o raptadas de lugares diferentes, obligándolas a laborar en burdeles explotándola sexualmente. Hay hombres que se hacen cargo e estas niñas, que se le llama “Chulos” o proxenetas.

En el Ecuador esto es un delito, ya que se trata de menores de edad ejerciendo un trabajo indebido, ya que los menores de edad sea el trabajo que fuere está prohibido.

En nuestra sociedad esta labor es muy discriminado tanto por hombres, como mujeres, ya que no sabemos qué razones son las que le llevaron a ejercer la prostitución, hay muchas mujeres que ocultan este trabajo a sus hijos y familiares por la vergüenza que les causa.

En la ciudad de Quito se puede encontrar en el Centro Histórico a estas damas de la calle, rondando las esquinas para poder conseguir a sus clientes, la mayoría se encontraban antes en la plaza 24 de Mayo hoy en día reconstruida.

Opinión personal:

Las mujeres que trabajan en la prostitución merecen nuestro respeto, y consideración, ya que no es un trabajo fácil ni seguro como todas las personas piensan, y que no lo realizan por satisfacción, sino por necesidad.

A mi consideración el gobierno ecuatoriano dberia regular esta actividad promoviendo la seguridad y la salud de estas mujeres, para que puedan laborar con menos riesgos.

...