¿Qué Mantiene La Desigualdad De género?

¿Qué es lo que mantiene la desigualdad de género?

Para Connell, un experto en el tema, los datos empíricos relacionados a esta desigualdad no sólo son montones de números sin sentido, sino que evidencian la parte más básica de un conjunto de prácticas y relaciones sociales humanas mediante las cuales las mujeres se mantienen subordinadas, todo esto persiste claramente en sociedad capitalistas industriales. Para Connell, estas relaciones de género resultan de interacciones y prácticas cotidianas, del día a día. Estos a actos están fuertemente ligados a las disposiciones sociales colectivas.

El especialista plantea tres aspectos sociales que configuran el orden actual de género: el trabajo, el poder y la catexis (relaciones personales/sexuales). El trabajo nos indica la división sexual de las actividades tanto en el hogar (cuidado de los hijos y mantenimiento de la casa), como en el mercado laboral (puestos de trabajo, desigualdad salarial). Finalmente, la catexis tiene que ver con la dinámica interna de las relaciones privadas, emotivas y personales; como el matrimonio, la sexualidad, etc.

Asimismo, Connell cree que las maneras de expresar la masculinidad y la feminidad son diversas. El autor utiliza “estereotipos clave” enmarcados en una jerarquía. En la cima se encuentra la masculinidad hegemónica, que domina a todas las masculinidades o feminidades en una sociedad. Ejercen una dominación cultural extendida a la vida privada y a los ámbitos sociales. Así, los medios de comunicación, el colegio y las ideologías de todo tipo son medios para imponerse. Se relaciona con el matrimonio, la heterosexualidad, pero también con la autoridad, la fuerza física y el trabajo remunerado. Actores de cine (generalmente de acción) o gente de dudosa reputación (Silvio Berlusconi) son ejemplos claros. Cabe resaltar que son pocos los que pueden estar a la altura de esta clase. Sin embargo, muchos se benefician de la posición dominante de la masculinidad cómplice. Debajo de estas dos se encuentra la masculinidad homosexual, que es considerada todo lo contrario del “auténtico hombre”, no está a la altura del ideal masculino hegemónico y presenta los rasgos “descartados de la masculinidad hegemónica. Esta masculinidad en particular está estigmatizada. Connell indica que todas las feminidades están subordinadas respecto a la masculinidad hegemónica y cómplice. Una de sus manifestaciones es la feminidad recalcada, el complemento de la masculinidad hegemónica. Su objetivo es dar cabida a intereses y deseos de los hombres. Suelen ser dóciles, cuidadosas y empáticas. A las mujeres jóvenes se les asocia con la receptividad sexual, mientras que a las mayores con la maternidad. Las imágenes de esta clase son predominantes en los medios de comunicación, publicidades y en las campañas comerciales; algo que desarrollaremos en esta monografía. Finalmente, hay feminidades subordinadas que rechazan la feminidad dócil. Entre ellas se encuentran las feministas, las lesbianas, las solteronas, las comadronas, las brujas, las prostitutas

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