Racismo en Mexico.

Racismo en México

Originalmente el racismo se definía por el tipo de raza del que se procedía dado  que los conquistadores que llegaron en esa época se caracterizaban por ser de piel clara e incluso ojos de color claro y gracias a eso se consideraban superiores al grado que no le gustaba mezclarse con los indígenas o la gente de piel morena (negros) y les trababan como esclavos llegando a vivir humillaciones y en condiciones deplorables con el paso del tiempo el racismo en México ha cambiado sufriendo una evolución pues dada a la mezcla entre culturas ya no se puede tener una definición exacta de “razas” obteniendo así diversidad cultural, en la actualidad el racismo se podría describir como una forma déspota de tratar al prójimo ya sea por su color de piel (aunque ya no hay una clara diferencia pues la mayoría somos de piel morena o morena clara), estatura, edad, su nivel socioeconómico o su procedencia. En diferentes lugares de México se vive a diario todo tipo de racismo sin importar el nivel social o cultural, desde que comenzamos a tener razón empezamos a tomar conciencia de lo que creemos es correcto ayudados por malas influencias como es la televisión o amistades a veces incluso por nuestros propios padres, desde niños comenzamos a ver en los programas televisivos que la mayoría de los personajes que salen en ellos son personas de piel clara, un físico envidiable o una forma de vestir específica, basándose más en la apariencia que en el conocimiento, conforme vamos creciendo llenamos nuestro criterio de ideas raciales ya sea intencionadas o inconscientes, nos burlamos de algún compañero en la escuela por ser moreno, de estatura más baja o más alta a la promedio, por su forma de vestir e incluso hasta si el niño tiene o no recursos económicos, al crecer en la adolescencia el racismo se puede presentar de diferentes maneras y a mayor escala, dado que se empieza a crear incluso hasta grupos en donde se excluye de manera más concreta a ciertos tipos de personas, llegando en ocasiones a la agresión.

En la adultez nos podemos dar cuenta que el racismo puede llegar a tener otro sinónimo, discriminación dado que en este punto empieza a influir en nuestra vida diaria y estamos tan acostumbrados a este tipo de hábitos que ya se nos hace algo normal y lo vemos en varios lugares.

El lugar donde vivimos, escuelas, trabajos, etc. En ocasiones vemos en la sociedad la discriminación hacia las personas que no portan ropa de marca, celulares costosos e inclusive por la forma en la que hablan menos preciando a este tipo de personas y excluyéndolos de los grupos sociales así, de igual manera muchas empresas excluyen a la gente por el hecho de ser mayores de la edad que necesitan o por la apariencia de la persona, el tener tatuajes, perforaciones, por su orientación sexual e incluso en el caso de las mujeres el hecho de estar embarazada puede llegar a ser un problema ya que no todas las empresas contratan personal en esa condición.

En la mayoría de las empresas de renombre parte de las personas que ocupan altos cargos tienden a ser personas del extranjero dando a notar la discriminación que hacen hacia nuestra propia gente, se trata con desprecio a quienes ocupan puestos inferiores como son los intendentes y obreros en ocasiones el tener un grado de estudios en particular también representa una notable discriminación dado que no importa la experiencia que el trabajador tenga si no tiene un documento que abale su grado de estudio y contra producente muchas empresas no dan trabajo a los recién egresados pues no tiene la experiencia suficiente que la empresa solicita.

El primer artículo de la convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial (1965) define al racismo como: Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública, no es otra cosa que una de las tantas formas de discriminación con la que nos podemos encontrar y enfrentar las personas, motivada específicamente por cuestiones raciales y pensamientos del “debe ser” de las personas.

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