Racismo en México

Racismo en México

Después de leer la nota “México, el racismo que no se nombra” y analizar la Encuesta Nacional de Discriminación del 2017 aunado a mi experiencia es innegable que en nuestro país existe un visible problema de discriminación a diversos grupos poblacionales, no necesariamente minoritarios, tomando en cuenta como se manifiesta el racismo ya que la gran mayoría de la población es de tez morena y rasgos tanto indígenas como occidentales, y aun así nos rebajamos entre nosotros por esos mismos rasgos poniendo por encima a quién sea más occidental, pero no todos los extranjeros caben dentro de esta categoría, se valora al mexicano con rasgos europeos y ascendencia extranjera, pero sin dejar de ser mexicano, él mismo reduce y estereotipa al extranjero, principalmente al inmigrante pensando que este le va a quitar su trabajo y perturbar su seguridad. El racismo se perpetra mediante prejuicios, miedo e intolerancia a lo diferente, llegando a reducir a las culturas ajenas a simples y erróneos pensamientos y enunciados como declarar a cosas de mala calidad como chinos, calificar de indios a personas con menor grado de estudios y menor estatus económico, viendo esto como algo no deseable, tachar a inmigrantes sudamericanos de delincuentes, y un sinfín de estereotipos.

El principal problema para erradicar el racismo es la superficie, según las encuestas todo mundo sabe que existe este problema pero al preguntarles si perpetúan esta situación lo niegan y pareciese que no existiese, nadie se quiere aceptar racista o con ciertas conductas de discriminación pues nadie quiere ser llamado racista y todos saben que es malo, pero esta conducta está respaldada por pensamientos y por nuestra misma cultura que viene desde muchos años atrás en nuestra historia desde la conquista española, como lo expresa claramente Bartra en su libro “La jaula de la melancolía” nos quitaron toda nuestra cultura y nos enseñaron a adorar a otra totalmente diferente con la cual no teníamos ningún vínculo, disfrazando a sus ídolos e imágenes de indígenas, disfrazándolos con los ya nuestros, así se ha ido conformando la identidad del mexicano, siendo que adora y busca lo extranjero, pero al mismo tiempo protege sobre todo y exalta lo mexicano.

Algo que llamó mi atención con respecto a las cifras de la END es que sobresale que los hombres en todo aspecto discriminan más o al menos aceptan hacerlo en mayor medida que las mujeres, creo que esto podría deberse la moral positiva con la que se educa a lo masculino como algo recto, firme, competitivo y en muchos casos agresivo, lo que los lleva a tener menor tolerancia a lo distinto.

Otra cuestión importante de la discriminación, resulta de ver este problema a grandes rasgos. En la vida tangible los distintos motivos de segregación convergen, siendo que va a haber personas pertenecientes a un grupo ya discriminado que vivan más denigración que otros integrantes de la misma, uno de los ejemplos que tengo presentes recientemente radica en el sur de México, más precisamente en los centros de salud pública, dónde las mujeres indígenas que llegaban a parir ahí, durante la agonía y el dolor, y ellas sin saber leer ni escribir español, les daban a firmar un contrato que ellas al suponer que era del servicio a su parto lo hacían, cuando meses después tenían un sangrado, iban a revisarse y en ese segundo encuentro les decían que tenían un DIU, al firmar ese contrato daban consenso de que les fuera aplicado sin ellas saberlo. Esto es muy indignante y se hace con el pensamiento de que su comunidad no debería reproducirse, es la forma de las autoridades para acabar con la pobreza, que se piensa que ese es el verdadero foco de discriminación cuando no es así, es la raza. Grupos de mujeres independientes están ayudando a estas mujeres pero los gobiernos ni siquiera dan respuesta.

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