Reporte de viaje a cenotes

El viaje a los cenotes en Hubiku, y Yokdzonot, y en las ruinas de Ekbalam fueron de gran experiencia ya que no se me había dado la oportunidad de conocer un atractivo turístico de esa magnitud donde se encontraban personas extranjeras, haciendo su recorrido en dichos sitios, aprendiendo de la cultura antigua en las que se encontraba las construcciones antiguas mayas, ya que da a imaginar cómo se vivía en esa época. Sin embargo llegando a las ruinas la impresión que obtuve fue la de cómo ellos construían semejante atractivo, ya que se imagina de que son buenos arquitectos, y tienen diferentes creencias por lo cual, los mayas plasmaban utilizando sus habilidades de pintar, construir estelas, tallar piedras entre otros. Y en la visita del cenote de Hubiku fue la mejor experiencia que tuve al momento de que el grupo de estudiantes, mis compañeros fueron bien recibidos, desde el momento de que un colaborador de la empresa nos guiaba para ir a probar un rico taco de cochinita y tortilla hecha a mano, fue muy grato para mí ya que son experiencias que tal vez en otra ocasión puedan suceder. Cabe mencionar que la impresión al entrar en el cenote de Hubiku fue algo maravilloso ya que nunca me había metido a bañar en cenote de esa magnitud, y esa belleza que lo caracteriza de que se le tiene instalado una cascada artificial que hace que este sitio se vea aún más bonito, y después de la salida en el cenote la gente que trabaja dentro del restaurante son muy amables respecto al servicio que se ofreció, ya que tratan a los extranjeros súper bien como a nuestro grupo, no me agradó mucho la comida pero buen servicio ya que había hambre. Y al momento de partir de ahí la estancia en el Hotel Hacienda Sánchez me gustó ya que cuenta con la comodidad necesaria que ocupa un huésped.

Al día siguiente de ir al otro cenote de Yokdzonot, no fue lo que me esperaba pero muy grato trato hacia nosotros, ya que estaban al pendiente de la seguridad de las personas que lo visitan, y respecto a la comida me encantó ya que hacía sentir un buen ambiente familiar por la que comimos junto a todos los compañeros de clases, y la que una servidora o socia del lugar nos platica de cómo ese centro turístico se fue desarrollando desde hace 13 años, y de cómo poco a poco fue teniendo una buena infraestructura, comenzando ser de pequeña empresa a una grande, dejando buenas utilidades.

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