SECUELAS DEL ORIGEN EMPRESARIAL Y PSICOLÓGICO EN LA MITIFICACIÓN DE LAS COMPETENCIAS SINTESIS

SECUELAS DEL ORIGEN EMPRESARIAL Y PSICOLÓGICO EN LA MITIFICACIÓN DE LAS COMPETENCIAS

SINTESIS

A lo largo del camino de la educación, el concepto de “competencia” ha surgido y se ha divulgado junto a otros diferentes, todos a su vez han mutado por la indiscutible necesidad de precisar los parámetros precisos para evaluar los rendimientos.

De acuerdo a la historia de la Educación Basada en Normas de Competencias (EBNC), se denota un interés de índole económico más que educativo desde sus inicios en los años treinta. Pero es hace apenas poco más de una década que resurge con la finalidad de adecuar la educación y capacitación a las necesidades de la industria.

Se empezó a relegar los procedimientos habituales y a incluir esas áreas de preparación profesional en los programas para los estudiantes del profesorado, en los años setenta en algunas universidades de los Estados Unidos. Pero a pesar de los cambios realizados, se reconoció muy pronto como insuficiente referirse a distintivas habilidades didácticas, competencias, destrezas y practicarlas una por una, pues se piensa que era indispensable reunir todas ellas en componentes simples para lograr el entrenamiento. Fue en España donde se esparcieron dichas competencias, mismas que sólo pueden ser detectadas en las actuaciones de los docentes, se redactaban en términos de conducta observable, una práctica que aún persiste, con criterios evaluables en función de la misma.

La avance de los programas de Educación Basada en Normas de Competencias resultan reveladores por demandar una formación docente más profesional y se convierte a la docencia en una profesión en la que surgen programas de formación basados en competencias, apoyados en los centros de formación docente y en las escuelas, pero a su vez delimitan los criterios de.

El problema de este enfoque es que descuida todo lo referente al contexto socio-cultural al igual que otros aspectos de carácter importante y asimila la preparación de docentes a la de un trabajador o técnico en una industria de tipo fordista.

En este cambio se confirma que las experiencias pedagógicas se reemplazan paulatinamente por los enfoques empresariales. Así, las políticas educativas se discuten desde la perspectiva de la garantía de calidad, de los incentivos laborales como motivo para obtener un buen rendimiento, del rendimiento de cuentas, de la formación por competencias y sus estándares correspondientes, evaluados con un sistema de indicadores justificados por la responsabilidad por los resultados de administradores y ejecutores de las tareas de enseñanza; y de la especificación de aquello que se necesita para funcionar bien en una sociedad que debe competir en buenas condiciones.

En Estados Unidos, son los sindicatos de docentes quienes deciden participar en la elaboración de un conjunto de estándares para el desempeño docente y la academia justifica esta

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