Viaje A Iruya, Salta.

Etnografía en Iruya

Partimos el día 30 de septiembre a horas 8am., aproximadamente rumbo a Iruya, lo hicimos en el micro de la Universidad. Fue un viaje bastante largo, pero interesante. Llegamos a las 17:30 aproximadamente del mismo día y nos instalamos en el colegio secundario del pueblo.

Estuvimos tres días, y en esos días coincidimos con las fiestas patronales, en honor a la Virgen del Rosario, y también con la “feria del trueque”, actividad que me llamo mucho la atención y en la cual voy a hablar en el presente trabajo.

Esta feria se hace todos los años y coincide, como ya dije, con las fiestas patronales, es una actividad que reúne a todos los productores de Iruya y de los parajes del departamento, como Isla de Cañas, Vizcarra, Rio Grande, Campo Tapial, entre otros, como así también reúne a productores y vendedores de la vecina provincia de Jujuy, Humahuaca, La Quiaca, y de Villazón, Bolivia. Éstos ofrecen para el “cambalache”, es así como lo denominan al trueque estos lugareños, productos para el consumo, como por ejemplo carne de llama, cítricos, lima y naranja, cueros de animales, gallinas, miel, madera, tubérculos como la papa, la oca, el yacón, en fin todos esos artículos que sirven para la subsistencia.

El truque consiste en el intercambio de bienes, sin la intervención del dinero. Y es así como operan estos productores, si bien no utilizan el dinero directamente, a sus productos le dan cierto valor monetario para poder intercambiarlo, cambian un producto por otro de acurdo a la necesidad que tengan. Por ejemplo una bolsa de lima por carne de llama, o una bolsa de papas por alguna prenda de vestir.

Estos puestos están desde el día jueves más o menos, es de acuerdo como van llegando de los distintos lugares, en una charla Alberto, quien tenía un puesto en la feria, me comentaba que es bastante largo el camino desde Isla de Cañas a Iruya, mas si vienen con todos los productos, se hace algo más trabajoso el viaje, él venía con su familia y ofrecía varios artículos, como lima, naranja, miel , madera, que era de su propia producción, él trabajaba la tierra para producir todo eso y luego ofrecerlas en la feria. También nos comentaba que desde la municipalidad les daban el transporte, como tractores, para poder trasladarse hasta Iruya.

A medida que llegaban estos “feriantes” iban ocupando un “puesto” en donde se llevó a cabo la feria, que fue a las orillas del rio. Fue muy interesante ver la ocupación que tenían estos puestos, en primer lugar se podía ver aquellos que ofrecían comida y eran, en su mayoría del mismo pueblo, ellos vendían comidas típicas del lugar, como asado de carne de llama, empanadas, chicha y api, bebidas también típicas. Luego se iban mezclando con los otros puestos. Si bien se llama “la feria del truque”, no solamente se dedican a esa actividad los feriantes, sino que también venden sus productos, le dan un valor monetario, por ejemplo $4,00 el kilo de oca.

Y llama mucho la atención el sincretismo de esas dos actividades, el del truque y el vender.

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