Su último viaje

SU ÚLTIMO VIAJE

(P. Fernando J. García, S. J.)

La historia narra la vida de un joven guatemalteco de 18 años llamado Raúl. Raúl pertenecía a un hogar integrado por sus dos papás y 3 hermanos quienes gozaban de una buena posición social ya que ambos padres trabajaban. Los padres de Raúl trabajaban y algunas veces salían de viaje y los hijos debían permanecer por largas temporadas en la casa de los abuelos; Raúl fue quien más padeció estas ausencias. Debido al abandono de sus padres quienes siempre estaban ocupados en sus negocias, Raúl llegó a conocer el mundo de las drogas, al verse en la desesperación de conseguir dinero para comprar la droga le roba a su padre quien lo saca de la casa.

Estando ya fuera de su casa Raúl inicio a tener contacto con personas que lo inducían más al mundo de las drogas. Fue entonces cuando recordó que un amigo le había mencionado un lugar llamado “La Cueva” una cantina a la que podía asistir cualquier amigo cuando tuviera problemas. Cuando Raúl llegó a “La Cueva” tocó y al abrir reconoció a Guayo un joven de 20 años que por el consumo de drogas aparentaba unos 26 años.

La mamá de Raúl doña Marta comenta sobre lo bueno que era su hijo, junto a su padre estaban orgullosos de ese adolescente que era tierno, bondadoso y un muy buen hijo y además era un estudiante modelo. Ellos jamás hubiesen pensado que su hijo podría caer en el pozo más profundo de las drogas.

Los padres de Raúl de manera errónea iniciaron a comparar a Raúl con su hermano menor Ricardo, pues siempre lo ponían de ejemplo siempre le iba mejor en las notas y su comportamiento dentro de la casa era ejemplar. Raúl pensaba que su hermano era un “culebra” con sus papás

La problemática familiar más fuerte que vivió Raúl en su casa fue cuando la mamá descubrió que su esposo le era infiel con otras mujeres. Posiblemente fue lo que hizo que Raúl se adentrará al mundo de las drogas.

Cambios notorios físicos y emocionales se daban en Raúl. No asistía a clases, tenía siempre los ojos rojos y siempre estaba con un pañuelo para la nariz. Debido a esto los padres de Raúl empezaron a asistir a pláticas sobre drogas e incluso consiguieron a un joven que había dejado el vicio de las drogas para que platicara con Raúl, pero todo fue inútil. Beto, uno de los amigos de Raúl en uno de los tantos “viajes” perdió el control al consumir drogas y falleció. En el funeral la mamá de Beto culpaba a Raúl de haber influenciado a su hijo y lo responsabilizaba de su muerte.

Raúl iba experimentando nuevas cosas, día a día fuera de su hogar. La vergüenza la había perdido ya, incluso la dignidad. Pues en una ocasión en su desesperación por obtener dinero para drogas accedió a acostarse y pasar la noche con un señor en un hotel. Muchas cosas y vivencias ocurrían día a

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