Arquitectura Organica

Partiendo del punto de que lo que llamamos “arquitectura orgánica”, más que un lenguaje, es una actitud, una intención de aplicar ideas y principios que nos lleva a tan variadas formas como lugares y momentos particulares hay, estamos en condiciones de investigar y desarrollar el por qué de esta postura y cómo se fue desarrollando en distintos lugares, con diferentes arquitectos y contextos.

Es una filosofía de la arquitectura que promueve la armonía entre el hábitat humano y el mundo natural. Mediante el diseño busca comprender e integrarse al sitio, los edificios y los alrededores para que se conviertan en parte de una composición unificada y correlacionada.

A veces esta intención de aplicar principios puede ser innata, espontánea, por necesidad o por determinación.

Cuando hablamos de su momento más significativo nos estamos refiriendo a la tercer y cuarta década del s. XX, a la obra de Frank Lloyd Wright y Alvar Aalto como principales desarrolladores.

Es inevitable que este periodo sea el más significativo, ya que es el que le sucede al periodo racionalista de entreguerras, como una reacción opuesta, no dejando de ser parte del Movimiento Moderno en general.

Durante el transcurso de la historia distintos arquitectos también han tenido actitudes alineadas con el organicismo pero desde otro lugar, desde la ornamentación, desde la imitación de formas naturales, etc.

El hecho de referirnos al periodo orgánico inmediatamente después del racionalismo nos permite poner de frente al organicismo más puro, más representativo que se haya dado hasta la actualidad.

En este trabajo, haremos foco en lo acontecido durante el s. XX. Trataremos de encontrar la causa y el por qué se llegó a este momento significativo y qué sucedió después hasta la actualidad.

Se buscará la manera de catalogar y enmarcar los datos, fechas, periodos y lugares, ya que es necesario para el desarrollo del trabajo práctico y no siempre éstos son específicos.

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