Aventura Extraordinaria

Dice el dicho que cuando la vida te da limones debes hacer limonada, y si hay alguien que lo vivió al pie de la letra, pues no sólo aprovechó las cruentas adversidades de la vida, sino que incluso las convirtió en bendiciones, ese es Pi Patel.

Oriundo de la India e interpretado por el novato Suraj Sharma, es un joven que desde chico mostró hambre espiritual e interés en las distintas religiones: el hinduismo, catolicismo o el islam, hecho que incomodaba a su padre, el dueño de los animales de un circo.

La vida del protagonista del libro escrito por Yann Martel y posteriormente convertido en el filme “Una Aventura Extraordinaria” (“Life of Pi”), gracias a la imaginería de Ang Lee, da un vuelco cuando su familia decide mudarse a Canadá.

A la mitad del Océano Pacífico, el barco en que viajaban se ve envuelto en una feroz tormenta, dejando a Pi como el único sobreviviente. Pero para su sorpresa, en el bote salvavidas lo acompañan una hiena, una cebra, un orangután y el insaciable Richard Parker, tigre al que su padre desde niño enseñó a temer.

La película es una metáfora de la vida, que ante la calamidad puede asimilarse de la forma más pesimista y dramática o convertirse en una historia de tesón y supervivencia, en pocas palabras, en una “Aventura Extraordinaria”.

El cineasta ganador del Óscar deja claro esto desde el principio. Haciendo uso de una magistral música oriental e imágenes creadas por computadora (CGI) comienza la historia con un desfile de animales que nos sitúan de golpe en el folclor de la India.

Aunque sabemos que el protagonista sobrevivirá, porque el filme no se cuenta de forma lineal, sino que Pi adulto narra su hazaña de juventud, es sorprendente todo el tiempo, por varios motivos.

Primero, por el audaz uso de la tercera dimensión que hace al público partícipe tanto de las veleidades de India como de los peligros del océano, la furia de la tormenta, hasta impresionantes secuencias bajo el mar o del universo.

Segundo, la gran actuación de Sharma, quien carga con el peso de la película prácticamente todo el tiempo y en la que interactúa con un animal animado por computadora, además de que casi siempre está limitado por un mismo aunque basto espacio: el mar.

Por lo mismo, vale resaltar los divertidos diálogos escritos por el guionista David Magee, así como la buena dirección actoral de Lee.

“Una Aventura Extraordinaria” es una película que no dejará indiferente gracias a sus dosis de comedia, drama, suspenso y reflexión que la hacen una historia de aceptación, superación, despedidas y fe

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