Biografia alejandro lopez
Christian TorresTrabajo22 de Diciembre de 2015
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En noviembre de 1908, Tulio Ospina V. graduó, como Rector, a los primeros ingenieros de minas de la U. de A.; fueron Luis Osorio, Pedro Rodríguez, Francisco Rodríguez y Alejandro López.
Alejandro López era bachiller de la Universidad de Antioquia y estudió medicina en ésta, pero en 1893 se matriculó en la Escuela Nacional de Minas, donde hizo dos años; luego, como en 1895 esa Escuela se anexó a la Universidad, terminó en 1896 sus estudios de ingeniería civil en ella. Recibió el diploma de ingeniero civil en mayo 30 de 1898, con una tesis en la que evaluaba las distintas propuestas técnicas para que el Ferrocarril de Antioquia sorteara el obstáculo de La Quiebra, ya que López no propuso trazado alguno; la tesis fue elogiada por Pedro Nel Ospina, presidente de la misma.
Alejandro López R., I.C., nació en Medellín, el 14 de junio de 1876, de una familia de artesanos: Alejandro López Alvarez y Teresa Restrepo. Fueron 11 hermanos. Leopoldo –médico- y Libardo –abogado- sus hermanos mayores. Alejandro fue el tercero. Termino sus estudios de primaria en el Instituto Caldas, el bachillerato en la Universidad de Antioquia e 1899, y la carrera de ingeniería en la Escuela de Minas el 20 de noviembre de 1908, cuando pertenecía a la Universidad de Antioquia.
Cambió el sistema contable. Fue un gran estadista. Sentó las bases de la “ciencia económica industrial”
En 1908 fue gerente en las minas de El Zancudo en Titiribí. Su primer tarea consistió en reemplazar los métodos empíricos de recolección y organización de los datos por sistemas modernos que develaran las variaciones de costo, productividad del trabajo y producción física así como los que ayudaran al ahorro del trabajo humano.[pic 1]
En 1910 y 1920 fue diputado en Antioquia y concejal de Medellín respectivamente. Entre 1921 y 1935 se radicó en Inglaterra junto con su esposa, Lucia Uribe Marques y sus cuatro hijos; allí escribió “Problemas Colombianos”, 1927 e “Idearium Liberal”, 1931. En 1927 fue agente fiscal de Colombia en Europa y en 1930 Cónsul en Londres. Al regresar fue Representante a la Cámara y Gerente de la Federación de Cafeteros entre 1935 y 1937.
Dictó las cátedras de Economía Industrial y Administración en la escuela de Minas. A sus alumnos los estimuló para que cada ingeniero fuera gerente de progreso y para que engrandecieran la industria del país. Centró su cátedra en ciencia y tecnología de la ingeniería civil y las ciencias sociales.
Sobre la educación en Colombia decía: “Solo se preocupa en desarrollar la parte cerebral del individuo, será porque prefieren el brillo de un grado de doctor a la inequívoca aptitud que requieren las artes industriales... ¿Cuándo será que preferimos el calificativo de hábiles y útiles, al de intelectuales?.
Con la colaboración el eminente ingeniero Jorge Rodríguez publicó la obra “Datos Estadísticos del Departamento de Antioquia”, precedida de un tratado elemental de estadística traducido por el señor López.
Otras de sus obras:
El paso de la Quiebra del Ferrocarril de Antioquia. (1899)
Nociones de Cianuración; en colaboración con el ingeniero Luis E. Osorio.
El Henequén y otras plantas fibrosas; fruto de sus observaciones hechas en México.
Desfibradora Antioqueña.
Monografía de Antioquia y Monografía Estadística de Antioquia. (1915)
Tradujo e hizo publicar el libro de Silvain Roudes, titulado “Pour Faire so chemins dans la vie; “Para abrirse camino en la vida.
Junto a don Tomás Marques tradujo la importante obra de Paul Gautier la “Vrai educacuón; “Educación verdadera”.
El fique, su cultivo y beneficios industriales.
Problemas Colombianos, 1927.
El trabajo,1929.
El desarme de la Usura, 1933
Desde su obra intelectual y práctica, emerge un haz de anticipaciones, enigmas y acertijos que aún están a la espera de resolución. No hubo problema ingenieril, social o económico de su época, que López no abordara e intentara despejar y en donde su prodigiosa intuición no le permitiera descifrar lo esencialmente importante y factible de llevar a cabo.
Acostumbrado a mirar hacia el futuro, dejó como herencia intelectual para el presente todo “un programa de investigaciones” sobre la vida nacional. Pero, al mismo tiempo, en casi todo lo que estudió, analizó y previó, quedó latente un “programa” completo para la renovación de la vida colombiana, tanto desde el punto de vista material como espiritual, como es posible advertirlo en su libro Idearium Liberal, 1931.[pic 2]
Entrenado para abordar las dificultades intelectuales o prácticas desde un ángulo personal, no exento por tanto de un torno lapidario, López pasó sus últimos años en Colombia entregado a una angustiosa y persistente lucha por la transformación del país, bien desde la gerencia de la Federación Nacional de Cafeteros, o desde la Cámara, o desde su gabinete de estudio; murió en Fusagasugá en marzo de 1940.
Las personas que se han ocupado del estudio de la vida y planteamientos de este personaje encuentran que su interés lo dedicó a problemas como el agrario, la deuda externa y la “usura internacional” que para él era la clave de la depresión mundial en 1929, el trabajo y otros. Por ejemplo Luis Eduardo Nieto Arteta y Luis Ospina Vásquez miembros de la burguesía naciente en el país por los años 30 y 40 señalan que en los escritos de Alejandro López se expresa la necesidad de integrar más el proceso productivo sobre la base de que el campo aporte esenciales materias primas y alimento para las ciudades.
Se pretende llamar la atención sobre la importancia de Alejandro López y reflexionar sobre sus planteamientos y no permitir que el polvo del olvido siga cubriendo su memoria.
Hasta el siglo pasado nuestra quebradísima topografía, mantuvo casi aislada esta tierra, hasta que el Ferrocarril vino a romper su enclaustramiento. De no haberse resuelto el problema no habría sido posible exportar el café en que se apoyó el crecimiento económico antioqueño; ni tampoco hubiera podido iniciarse una actividad comercial que fue antecedente necesario de la industrialización; y mucho menos hubiera podido equipararse una industria fabril tan tempranamente como se hizo; ni ésta hubiera podido crecer rápidamente sin transporte barato que le permitiera enviar sus manufacturas al resto del país y traer de lejos las materias primas.
Ingeniero y administrador antioqueño (Medellín, junio 4 de 1876 Fusagasugá, Cundinamarca, marzo de 1940). Hijo de una familia de artesanos, Alejandro López Restrepo terminó estudios de Ingeniería Civil en la Universidad de Antioquia en 1899 y de Ingeniería de Minas en la Escuela Nacional de Minas en 1908. Dotado de un sentido práctico fuera de lo común, la obra intelectual de la primera etapa de su vida se orientó a la solución de una serie de problemas que afectaban a Antioquia. En su tesis de grado como ingeniero civil en 1899, "El paso de la quiebra en el Ferrocarril de Antioquia", previó, con una gran anticipación, que la más rápida y eficaz salida al río Magdalena que podría tener Medellín sería un túnel, el cual vino a construirse treinta años después. También publicó un tratado para los mineros, titulado Nociones de cianuración, escrito en compañía del también ingeniero Luis F. Osorio. Fruto de su viaje a Estados Unidos y México, entre 1905 y 1906, fueron sus notas de observación El henequén y otras plantas fibrosas, de 1906, donde expuso su teoría de que toda tecnología que se trajera del exterior debería ser adaptada a las condiciones culturales y económicas del país. Sus observaciones en México lo condujeron a diseñar un prototipo de máquina para descorticar la cabuya, aparato que patentó con el nombre Desfibradora Antioqueña. También inventó una máquina de hilar denominada Hiladora Colombia, en 1918. Como profesor de la Escuela Nacional de Minas, desde 1905, y gerente de la empresa minera franco-colombiana E1 Zancudo, desde I907, López dedicó casi una década a la divulgación y aplicación práctica de las teorías administrativas del ingeniero norteamericano Fríedrick W. Taylor, y de las dei francés Henri Fayol, mediante las cuales la moderna empresa racionalizaba el trabajo. Entendiendo que era imposible aplicar el taylorismo sin conocimientos mínimos de estadística, López dedicó también parte de su tiempo a la enseñanza de esta disciplina, para lo cual publicó dos libros: Antioquia. Monografía estadística y Estadística de Antioquia, ambos en 1915, el último en compañía del ingeniero Jorge Rodríguez. La Estadística de Antioquia tenía como apéndice una traducción hecha por el propio López del Tratado elemental de estadística, de Fernand Fauré. Desde 1910, Alejandro López se involucró en la política regional, como diputado de la Asamblea de Antioquia y como concejal de Medellín, convencido de que sólo mediante la acción política podía llevar a cabo el esfuerzo modernizador en el que estaba comprometido. Tras largas luchas militando en el partido liberal, consiguió terminar el monopolio de la renta de licores y de tabaco, así como la departamentalización de los servicios públicos y del Ferrocarril de Amagá. Fue miembro de la Sociedad de Mejoras Públicas y, como tal, participó en el Plan del Medellín futuro, en 1912. Su etapa activa en Antioquia terminó en 1920, cuando decidió viajar a Europa con su esposa, Lucía Uribe Márquez, y sus cuatro hijos: Horacio, Gabriel, Fabio e Ignacio, cuya educación encargó a una de las escuelas activas más importantes de Inglaterra, Abbots Holme.
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