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Doña Barbara


Enviado por   •  15 de Junio de 2013  •  1.601 Palabras (7 Páginas)  •  254 Visitas

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Iván Zapata

Doña Bárbara.

En “Doña Bárbara” nos encontramos con un hombre de letras, Santos Luzardo, al que al volver al campo (su hábitat natal) se le presenta un conflicto: “el centauro se despierta de su prolongado letargo y comienza una corrosiva batalla contra la racionalidad e idealización de la civilización que habían dominado su ser desde muchos años atrás”. La historia de la vida de Santos nos muestra que la barbarie ha diezmado a su familia ya que la generación familiar de su progenitor inició una guerra fraternal por territorios que acabó entre otras, con las muertes de su hermano y su padre, siendo ésta tan feroz como las constantes luchas de las fieras con individuos de su misma especie por el dominio de una presa, territorio, o por el poder entre los pares - como se ve cuando el Cabos Negros lucha contra un caballo de El Miedo por su tropilla-. De esto, podemos deducir que el protagonista también lleva en sus genes esa irracionalidad, o que el campo conduce a este tipo de actitudes, -aunque por sentirme más identificada con la primera, y creer en el la influencia del determinismo naturalista, será la que desarrollaré-. En vano intentó la madre de Santos arrancar de raíz el cáncer que había destruido a su familia, llevándolo a la ciudad. En Caracas, Santos “... se entregó con ahínco a los estudios...”, “La vida de la ciudad y los hábitos intelectuales habían barrido de su espíritu las tendencias hacia la vida libre y bárbara del hato...”, es decir, la civilización embriagó al Centauro, mas lamentablemente no lo erradicó, por lo que el efecto narcótico desapareció al finalizar su contacto con la ciudad, y en la convivencia con la sabana, renació su lado salvaje como ese amor que uno da por superado, pero que en el reencuentro revuelve todos los sentimientos y nos trae la duda (“... al pronunciar el ... lugar aciago, causa de la discordia que destruyó a su familia, sintió que surgían ... torvos sentimientos... ¿odio de los Luzardos por los Barqueros, la pasión de la cual se creía exento?”) . Es quizá una exageración decir que el aire del llano fue el causante de dicha reaparición, pero según mi parecer, éste los resume a todos, puesto que engloba el contacto con personajes animalescos como Doña Bárbara y Míster Danger, la situación de tener que demostrar sus habilidades de llanero o domador para ser respetado por sus peones (y no las de oratoria a las que la civilización lo había acostumbrado), la percepción de un sistema judicial corrupto - que para un abogado idealista puede llegar a ser muy frustrante - y la sensación de ir contra la corriente, que hasta los que están de su lado no apoyan su forma de actuar (como cuando sus peones se ven reticentes a poner un alambrado como frontera con EL Miedo).

El resurgimiento del espíritu aventurero comienza a observarse en él cuando abandona el propósito de vender el hato e irse a Europa -el templo de la civilización- para permanecer es su tierra natal y “... consagrarse a la obra patriótica, a la lucha contra el mal imperante (las injusticias, Doña Bárbara), contra la Naturaleza (que debe ser modificada en nuestro beneficio) y el hombre (que necesita ser civilizado, como lo fue Marisela)...”, ya que “...en aquella decisión hubo... mucho del impulsivo escapado de la disciplina del razonador, al contacto con el medio propicio: la llanura semibarbara... , pues bastó que el bonguero ponderase los peligros que corría quien intentara oponerse a los planes de Doña Bárbara para que él desistiese de su propósito de vender el hato”. Esta cita textual nos demuestra que a Luzardo además de su objetivo altruista y racional de civilizar la llanura, lo que realmente lo motivó a quedarse en Venezuela, fue vivir el desafío que representaba enfrentarse a Doña Bárbara y la salvaje e intempestiva curiosidad de comprobar o refutar los mitos populares (como los poderes sobrenaturales de dicha mujerona o su famosa crueldad), y así, por un impulso, al volver a la sala donde había perecido su padre y se encontraba la lanza filicida, dejó de lado sus dudas y decidió abandonar su sueño ideal de convivir con la “civilización europea”, para internarse en el aislamiento de su hato junto con los hombres salvajes que habitaban la llanura. A esto es lo que Lorenzo Barquero se refiere con la frase: “¿Tu también oíste la llamada?¡Todos teníamos que oírla!”, ya que al escuchar que Santos ha decidido encargarse de Altamira, se da cuenta que está repitiendo su propia historia, es decir, la haber regresado de Caracas a la llanura por el llamado de la barbarie (en su caso el de vengar a su padre), y que ésta lo arrastre

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