EMILE DURKHEIM

Emile Durkheim

La División del Trabajo Social

La solidaridad es un hecho íntegramente moral. La moral es aquello que fuerza al hombre a contar con el otro, consiste en un estado de dependencia. Donde la solidaridad social existe fuertemente, ésta pone en contacto reiteradamente a los hombres, relacionándose los unos con los otros. El hombre no es un ser moral por sí mismo si no que por su vida en sociedad. No hay fuerza moral superior al individuo que la de la fuerza colectiva.

El tipo de solidaridad puede explicarse a través de la cohesión social que cada sociedad posee. Este concepto de cohesión social se utiliza para medir la integración de las personas a la sociedad, es una unificación de ideas lejos de toda norma. Cuando la cohesión familiar y religiosa no son fuertes es cuando un individuo puede tener un comportamiento apartado de las normas, generándose así la anomía. La anomía es una patología que sufre la sociedad a causa de la ausencia de normas (reglas morales y/o reglas jurídicas). Esta ausencia de normas se debe al desequilibrio económico y al debilitamiento de las instituciones que implica un bajo grado de integración social.

Existen dos tipos de solidaridad:

Solidaridad mecánica o por semejanza:

Es propia de la sociedad pre-industrial (primitiva). Ésta solidaridad se identifica con el Derecho Represivo, ya que la conciencia colectiva es fuerte, el derecho es impuesto por la colectividad, y es independiente de la acción del Estado.

“El lazo de solidaridad social a que corresponde el derecho represivo es aquel cuya ruptura constituye el crimen”. El crimen es todo acto, que en un grado cualquiera, determina contra su autor esa reacción característica que se llama pena (castigo).

Los crímenes afectan en todas partes de la misma manera la conciencia moral de las naciones y son actos universalmente reprobados por los integrantes de una sociedad. El crimen hiere sentimientos que, para un mismo tipo social, se encuentran en todas las conciencias sanas.

El conjunto de creencias y sentimientos en común en una misma sociedad, forma un sistema determinado que tiene su vida propia, llamado conciencia colectiva o común.

Entonces un acto es criminal cuando hiere los estados fuertes y definidos de ésta conciencia colectiva. Mientras un sentimiento se encuentre con un cierto grado de fuerza y precisión en todas las conciencias, sea cual fuere su origen o fin, todo acto que lo hiere es un crimen.

La pena es una reacción pasional, de intensidad graduada, que la sociedad ejerce por intermedio de un cuerpo constituido sobre aquellos de sus miembros que han violado ciertas reglas de conducta. En este caso es siempre una sanción represiva, que consiste esencialmente en el dolor, su objeto es perjudicar su fortuna o su honor, su vida o su libertad, privarle de alguna cosa de que disfruta.

La naturaleza de los sentimientos colectivos es la que da cuenta de la pena, y por consiguiente, del crimen.

De esta manera se ve la especie de solidaridad que el derecho penal simboliza. Por lo tanto es notoria la cohesión social, cuya causa es la conformidad de todas las conciencias particulares hacia un tipo común de la Sociedad.

Solidaridad orgánica o debida a la división del trabajo:

Ésta solidaridad es más compleja que la mecánica. Surge con el industrialismo, producto de cambios drásticos y vertiginosos. Los procesos de integración social quedan profundamente condicionados por la división del trabajo. La profesionalización y especialización de los trabajadores y operarios garantizan el orden social, esto genera de una interdependencia funcional. Se refuerza la autonomía individual y se debilita la conciencia colectiva.

Durkheim dice que existe un mecanismo que subyace en las sociedades, para mantener este orden social, el Trabajo Social.

Esta solidaridad

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