ERRORES DE JORNADAS MEDICAS

EL CIRUJANO

De forma arrogante se acercó al estrado el Dr. Manuel Cazzas, como era su costumbre decía él mismo, inicio su relato afirmando que tenía conocimiento de su enorme ego y que aun así afirmaba que jamás cambiaría pues su carácter le había ayudado a ser cada día más fuerte para afrontar las situaciones tan terribles de las que esta propenso un médico a transcurrir en su profesión.

Después de que un día platicaba con el Dr. Hirrieta acerca de la muerte de un artista en un accidente aéreo, entró presurosamente el Dr. Corona alertando que tenía una emergencia en el hospital Las Cruces con una enferma que presentaba una hemorragia uterina. De inmediato Cazzas afirmó que se trataba de una Histerectomía.

Sin titubear, ambos Doctores, Corona y Cazzas se dirigieron al Hospital Las Cruces con el firme propósito de operar a la enferma. Durante la intervención no hubo complicaciones, fue en la recuperación cuando el Doctor Corona anticipó a Cazzas, afirmando que la enferma no se estaba recuperando bien ya que no orinaba nada, es decir, no salía líquido por la sonda que le habían colocado.

Al saber esto, Cazzas supo que había tenido un error, durante la intervención había cortado los uréteres provocando que la orina no pasará del riñón a la vejiga y se quedará en sus órganos.

Al llegar, la paciente fue revisada y afirmó el terrible error por lo que llamaron al Doctor Lemus para que ayudará a intervenirla nuevamente y corregir esta errata, transcurriendo por segunda vez el calvario que se vive en las salas de quirófano.

Una vez concluida la operación y esperando a que la orina ya pasará por la vejiga los doctores esperaron hasta ver que se había solucionado el problema. Días después el Dr. Corona le hizo saber al Dr. Cazzas que la enferma no iba bien, atendiendo al llamado se dirigió al Hospital y ay estando ahí se percataron de que el riñón no funcionaba bien.

En el intento por convencer a los familiares de la enferma que era necesario realizar una tercera operación, los Doctores se disponían a prepararse para volver a intervenir a la enferma.

Así fue pues, le extirparon el riñón a la mujer quedando completamente reestablecida y recuperándose al máximo en pocos días.

Llegado el día de darla de alta, Cazzas y Corona se sentían muy satisfechos, la mujer había salido del Hospital con gran agradecimiento a sus salvadores.

Momentos más tarde el Doctor Cazzas recibía una llamada muy urgente de Corona, mismo que le decía que de inmediato fuera al Hospital ya que la enferma a la que le había quitado el riñón se estaba muriendo.

Él pensó lo peor, tenía en mente su error pero la sorpresa fue que al llegar la enferma se moría a causa de haber

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