Esopo: Su Vida Y Sus Obras
Enviado por spears08 • 9 de Enero de 2014 • Ensayos • 469 Palabras (2 Páginas) • 510 Visitas
ESOPO
SU VIDA Y SUS OBRAS
A lo largo de la historia de la literatura, han existido muchos fabulistas. Uno de los más antiguos es el escritor griego Esopo (620-560 a.C.), en 1621 escribió numerosos cuentos y fábulas, que lo convirtieron en un escritor muy famoso.
Las fábulas son narraciones cuyos protagonistas son animales y que incluyen una moraleja, es decir, una enseñanza moral. Esopo se sirve de los animales para reflejar el comportamiento de los hombres, enseñando lo que debe hacerse y lo que debe evitarse.
Esopo fue autor de fábulas tan conocidas e importantes como:
• La zorra y las uvas
• La hormiga y la cigarra
La zorra y las uvas
El escritor griego clásico, Esopo, consiguió la universalidad gracias a las fábulas que tomó de la tradición oral y que por esta misma vía de transmisión se extendieron por Europa. En La zorra y las uvas, Esopo se burla y reprende a esa gente que cuando no consigue una cosa se consuela estúpidamente diciéndose que no le interesa. Así una zorra que tenía hambre vio un racimo de uvas e intentó atraparlo para comérselo, pero como estaba demasiado alto y no podía, se alejó diciendo: "No importa, están verdes". La moraleja de esta fábula viene a decir que a menudo se desprecia las cosas cuando están fuera de nuestro alcance. Esta ilustración es de 1879.
La cigarra y la hormiga
La hormiga trabajaba durante todo el verano, recogiendo y guardando comida, mientras la cigarra estaba divirtiéndose. Pero ¿qué pasó cuando llegó el invierno? La cigarra tenía mucho frío y no encontraba nada que comer.
SAMANIEGO
Como ya hemos mencionado, las fábulas suelen estar inspiradas en motivos o anécdotas de carácter popular que se han ido transmitiendo de forma oral y escrita a lo largo del tiempo. Un ejemplo es la fábula de Samaniego titulada El congreso de los ratones, que se basa en una historia ya recogida por Lope de Vega más de un siglo antes, en este poema:
Juntáronse los ratones
para librarse del gato
y, después de un largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que, andando el gato con él,
guardarse mejor podían.
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