Francesco Borromini

Francesco Borromini (1599-1667) es considerado para muchos precursor del Barroco, y para otros el “precursor de las malas decisiones”, como alguna vez escribió Francesco Milizia en “Los abusos de Borromini” (1778): su arquitectura “sirve para saber que no se debe hacer”, no porque sus obras tengan falta de ingenio sino por el uso excesivo que de él hizo. Vale acotar que a pesar de todas estas controversias, en su obra también podemos apreciar cierto equilibrio, logra tocar de manera sublime nuestro sentido de grandeza, admiración y hasta de misterio.

Su obra emblemática es La Iglesia de San Carlo alle Quatto Fontane, también llamada San Carlino por su pequeño tamaño. Fue construida de 1638 hasta 1641 en la ciudad de Roma, y dedicada a San Carlos Borromeo. Borromini rompe con esta obra el esquema lineal de clasismo, y elige un esquema oval que incorpora la visión espacial de la época, en lugar de la perfecta forma circular, utilizada en el Renacimiento.

En cuanto a la planta (Ver imagen 1) decide hacer a un lado la simetría, sinónimo de belleza según el gran arquitecto Palladio; en cambio se inclina por la forma oval de la nave donde se ve articulada y disuelta en un ritmo de convexidades y concavidades que van a parar en espacios oscuros y escondidos, esta carencia de luz le ofrece al interior un aspecto teatral y sombrío.

La cúpula también es oval (Ver imagen 2), estructurada mediante un sistema de cruces y octógonos que se van reduciendo hasta la linterna superior que tiene forma de elipse, la cual es la única fuente de luz del oscuro interior. Además posee un complicado decorado escultórico en forma de panal, una de las novedades de dicha cúpula es el acoplamiento con la planta ya que ambas poseen la misma forma.

La fachada (Ver imagenes 3,5 y 6) va en contra de todas las que se conocían hasta entonces: es ondulada y alabeada, con dos curvas cóncavas y una convexa en el centro para romper así los planos, con este efecto logra que la luz produzca en la fachada matices distintos. Está formada por dos pisos de tres partes cada uno. La parte central del primer piso contiene la puerta de acceso al templo, es convexo y los dos laterales son cóncavos. En cambio, en el segundo piso, las tres partes son cóncavas. La cornisa marca el movimiento principal del conjunto en la planta baja, y en el nivel superior se dibuja un movimiento cóncavo-cóncavo-cóncavo solo interrumpido por el gran medallón que preside toda la composición y un pequeño templete elíptico con balconaje. La puerta es convexa y encima coloca una media cúpula

Borromini reemplazo el frontón triangular, y lo sustituyo por un medallón elíptico resguardado bajo un arco conopial en forma de llama. En cuanto a la decoración se basa en una estatua de San Carlo Borromeo, elaborada por Antonio Raggi; en la parte central, dos esculturas de ángeles que sostienen el medallón y relieves en las laterales.

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