Franco Rubén Oca

FRANCO RUBÈN OCA CORDERO

(1951-2013)

Maestro de Maestros

Franco Rubén Oca Cordero. Nació en Areo, Municipio Cedeño, Estado Monagas, fue el noveno de once hermanos. Vio la luz del mundo, el día 18 de septiembre de 1951, en una de las últimas casas del pueblo, distante del centro del poblado. Y allí vivió hasta los nueve años. Sus padres fueron: Juan Antonio Oca Guzmán (+) Y Rita Josefa Cordero (+) Su infancia, como la de todo niño de pueblo, transcurrió en una vida normal, tranquila, desde muy pequeño repartía las arepas que su madre vendía por encargo, cargaba el agua de una pila (dispensador de agua) que estaba distante de la casa y empezaba a funcionar en las primeras horas de la mañana hasta las once del día, así que debía aprovechar ese tiempo para llenar los pipotes, pues había que hacer filas o colas para el turno de llenar los envases con el preciado líquido. Además realizaba otras labores cotidianas para la época.

Para él, era un compromiso, una obligación ayudar en la casa ya que su padre había fallecido y su madre quedó con once hijos, el mayor contaba con 28 años, y la menor tenía 2 años, así que los hermanos mayores emigraron en busca de trabajo, pero los menores (8) quedaron en la casa. Pese a que había asumido obligaciones en las tareas del hogar, siempre tenía tiempo para el juego y las travesuras. En tiempos de carnaval se quitaba la ropa y se escapaba a las casas vecinas a echarle agua a las mujeres que hacían labores de tender cazabe. Sus juegos favoritos eran los voladores (papagayos), trompo, quiminduñe, tiempo escondido y tocadito, también jugaba a la pelotica de goma, en los arenales, frente a la casa donde vivía.

Sus padres lo formaron bajo principios fundamentales como: respeto, honestidad, humildad, dignidad, responsabilidad, no permitían que en la casa se hablara mal de nadie, a todo el mundo había que darle el trato de “señor” o “señora” según el caso.

Siempre dijo que su madre era y aún después de fallecida continuaba siendo la persona más importante en su vida porque con su honestidad y manera particular de ser lo condujo por el camino del bien y siempre le inculcó los valores trascendentales de un ser humano. Influyó en él para que fuera un profesional respetuoso, ético, digno, con ese respeto por las personas sin distinción de clases.

Las relaciones con la familia siempre fueron cordiales, amistosas, el propiciaba las reuniones, las celebraciones. Siempre buscaba motivos para compartir. Para él la unión familiar era lo más importante. A pesar de no tener descendencia, sus sobrinos los consideraba sus nietos y ellos le llamaban “abuelo”, el abuelo Franco.

Estudió la primaria en la escuela del pueblo, Escuela Estatal Graduada “Luis Felipe Turmero Corvo” en esos tiempos se ofrecían las clases dos grado por aula, así que cursó tercero y cuarto con sus hermanos Ismeria e Iván, en el año 1966 culmina la primaria y emigra a la capital del estado a continuar sus estudios. Y empieza la secundaria en el Instituto de Comercio Maturín. Tenía mucha facilidad para hacer amigos, así que muchos de los profesores que le impartían asignaturas lo trataban con camaradería. Al egresar del Bachillerato, se matriculó en la Universidad de Carabobo, luego en el Instituto Pedagógico de Maturín, donde obtiene el título de Profesor en Educación Comercial.

Era un hombre de aventuras, de pequeño (adolescente) se escapaba por las noches a las casas de las amigas de su madre, que tenían niñas adolescentes para bailar y ya más grande a los sitios, pistas de baile del pueblo. Siempre estaba inventando, planificando salidas, para los ríos a los hatos o fincas vecinas. Ya profesional le gustaba incursionar en actividades de distinta índole: políticas, gremiales y profesionales.

Su actividad laboral la empezó antes de titularse como docente, trabajaba en cualquier actividad que le ofrecieran como auxiliar de contabilidad, oficinista, pero una vez que inicia estudios en el Instituto Pedagógico, se procuró un trabajo como docente y empezó en un liceo en Barrancas, Municipio Sotillo y allí estuvo hasta el año 1979, cuando pide su traslado para Maracay, estado Aragua.

Para el año 1982 vuelve a Maturín y empieza en el Liceo Ildefonso Núñez de la población de Viento fresco como Director del mismo, allí pasó bastante reato. Fue por mucho tiempo el bombero de la Zona Educativa, donde había problemas allí lo mandaban, así estuvo en La Cruz, en Liceo Félix Ángel Losada, Meza Verde, en La Puente y en muchos otros solventando problemas, haciendo

...