La Quinta De Bolívar - El Lugar.

La historia de la Quinta de Bolívar empieza en los años 1670. En este año el bachiller Pedro de Solís y Valenzuela donó 83.5152 metros para la ermita de Monserrate. En 1800 el capellán de la ermita de Monserrate, José Torres vendió el predio por 120 pesos al contador principal de la renta del tabaco, don José Antonio Portocarrero. El nuevo dueño construyó una quinta campestre para recibir y complacer al virrey Amar y Borbón en el cumpleaños de su esposa.

Portocarrero le tenía mucho afecto l virrey, por lo que pintó ‘Amar es mi delicia’ en el comedor. Algunos años más tarde, esta inscripción se cambió por ‘Bolívar es el dios de Colombia’.

En el centro del lote se encuentra la casa, con sus salones de pocas ventanas y sus corredores. Sobre la chimenea se firmó la derogación de la amnistía de la pena de muerte a los ejecutados por este crimen. Las terrazas de esta casa fueron algún día pisadas por las botas de los libertadores.

El primero de Enero de 1810 Portocarrero murió y le heredó la Quinta a su hija, Tadea Portocarrero. Por los sucesos ocurridos el 20 de Julio de ese mismo año, la familia emigró. Debido a esta emigración la quinta sufrió abandono y descuidos. La familia Portocarrero mantuvo la propiedad hasta el 16 de junio de 1820.

Quinta de Bolívar – Bolívar en la Quinta

Cuando finalizó la guerra de la independencia, la quinta estaba muy deteriorada.

Tras la derrota de los españoles, el gobierno de la Nueva Granda la adquirió la propiedad para regalársela a Bolívar como muestra de agradecimiento y reconocimiento, además de restituirle su libertad. La compra se realizó por dos mil quinientos pesos. Bolívar fue el dueño de la Quinta durante 10 años (llegó a ella en 1821), aunque no habitó allí. Mientras estuvo ausente, entre 1821 y 1826, la Quinta fue ocupada por Anacleto Clemente, quien la dejó en muy mal estado. Luego, Santander se ocupó de arreglarla.

Habitó de forma muy aleatoria allí, pero en 1828 llegó Manuelita Sáenz. Ella era quien más apoyaba al libertador y pronto se convirtió en una hábil consejera política. Su presencia transformó a la Quinta en un lugar de fiestas y reuniones.

La Quinta fue testigo de grandes acontecimientos como la instauración de la Gran Colombia y la culminación de la Campaña del Sur. También se vivieron en ella momentos críticos: allí fue donde se refugió después del atentado del 25 de septiembre de 1828. Finalmente, Bolívar le obsequió la Quinta a su amigo José Ignacio París (en realidad a su hija Manuela París, pero quien, por ser menor de edad, no la pudo recibir), esta donación se avaluó en dos mil quinientos pesos.

La Quinta de Bolívar – Siglo XX hasta hoy

La quinta de bolívar era propiedad de doña Matilde Moncada dueña de 1918-1919, la academia colombiana de Historia y la sociedad de Embellecimiento propusieron hacer una campaña para recuperar todos los bienes de Bolívar. Para esto hicieron una campaña que se llamaba “ la conferencia de los jueves” la cual consistía en que las personas

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