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Las Mariposas Monarcas


Enviado por   •  7 de Mayo de 2013  •  2.747 Palabras (11 Páginas)  •  338 Visitas

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Ecología de la Sobrevivencia de las Monarcas en Invierno

Perspectiva General. Durante el invierno las monarcas se reúnen regularmente en dos regiones principales de América del Norte: el centro de México y las costas de California (Brower, 1995). También residen en el sur de la Florida durante todo el año, pero en cada otoño esta población recibe un flujo de individuos que migra desde el este (Knight, 1997; Altizer, 2001). Aún se desconoce el grado en que las monarcas de la Florida regresan a la población más grande.

Generalmente se asume que las monarcas que pasan la época de reproducción del verano al oeste de las Montañas Rocallosas pasan el invierno en las costas del sur de California, aunque las recientes observaciones de Pyle (1999), descritas líneas arriba, sugieren que existen excepciones a este patrón. Los lugares en California son usualmente áreas boscosas dominadas por eucaliptos, piñeros y cipreses de Monterrey, y se localizan en las bahías protegidas o más al interior. Estos lugares proporcionan extremos microclimáticos moderados y protección contra los vientos fuertes. Más de 300 diferentes lugares de agrupación fueron reportados (Frey y Schaffner, 2004; Leong et al., 2004).

Las mariposas monarcas de América del Norte que pasan la época de reproducción del verano al este de las Montañas Rocallosas invernan en los bosques de oyamel (Abies religiosa) en las montañas transvolcánicas del centro de México. Hasta 1975 la comunidad científica desconocía la ubicación de estos lugares de hibernación, cuando colegas del Dr. Fred Urquhart localizaron colonias en el Cerro Pelón y en la Sierra Chincua en el estado de Michoacán (Urquhart, 1976; Brower, 1995). Desde entonces, se han localizado otros lugares de hibernación. Colonias dentro de la Reserva de la Biosfera de las Mariposas Monarcas se encuentran en los estados de Michoacán y México (Cerro Altamirano, Cerros Chivatí-Huacal, Sierra Chincua, Sierra El Campanario y Cerro Pelón). Fuera de la reserva, se descubrieron colonias en San Andrés, Pizcuaro, Puerto Morillo y Puerto Bermeo (Michoacán), Palomas, Piedra Herrada y San Francisco Oxtotilpan (Méjico) (Garcia et al., 2004). Si bien los científicos han aprendido mucho sobre el fenómeno de hibernación de las monarcas en las últimas décadas, aún quedan por responder varias preguntas básicas. Medir la densidad de unorganismo que se congrega por millones constituye un inmenso desafío. Los científicos también buscan comprender las características más importantes de los lugares de hibernación para la sobrevivencia de la monarca, y los factores que influencian los patrones de formación y dispersión de las colonias.

Formación y dispersión de colonias. Durante todo el invierno, las monarcas de América del Norte se agrupan, cubriendo completamente los troncos y las ramas de los árboles (Figura 13). Calvert (2004b) describe cuatro fases típicas del desenvolvimiento de las colonias en lugares de Méjico: reclutamiento y consolidación, asentamiento y compactación de grupos, expansión y movimiento rápido, y apareamiento y dispersión. Este patrón es similar en California (Frey y Schaffner, 2004). Inicialmente, las monarcas ocupan varios hábitats locales, pero abandonan muchos de ellos a finales de noviembre y se reúnen en colonias cercanas. Antes de dispersarse, muchas monarcas se vuelven reproductivas y las colonias quedan frecuentemente llenas de parejas en apareamiento.

El tiempo de la última fase, apareamiento y dispersión, depende del tiempo de conclusión de la diapausa reproductiva, la cual varía en forma considerable de un individuo a otro. Goehring y Oberhauser (2004) estudiaron el desenvolvimiento reproductivo después de la diapausa en las monarcas que pasaban el inverno en México. Ellos encontraron una gran variación en el estado reproductivo de las monarcas recolectadas a finales de febrero y a inicios de marzo; algunas mariposas eran totalmente reproductivas, mientras que la mayoría aún se encontraba en la diapausa. Las hembras recolectadas durante el apareamiento tenían más oportunidades de haber desarrollado oócitos (una indicación de que ya no se encontraban en la diapausa) que las hembras recolectadas en grupos. Si existe una relación de causa y efecto que resulta de esta correlación, no queda claro si las hembras tenían más probabilidad de aparearse debido a que su desarrollo reproductivo se encontraba más avanzado, o si el apareamiento realmente provocó el fin de la diapausa. Tanto Van Hook (1993) y Oberhauser como Frey (1999) encontraron que los machos que empezaron el apareamiento primero a finales del período de hibernación tenían menores envergaduras, eran más livianos, y presentaban alas en peores condiciones que las de aquellos machos que fueron capturados en grupos en el mismo período. Ellos sugieren que era improbable que estos machos sobreviviesen para la migración de retorno al norte y por lo tanto estaban aprovechando su última y única oportunidad de aparearse.

Densidades de hibernación. Los científicos utilizan diversos métodos para estimar el tamaño de las poblaciones de insectos y de otros animales, pero determinar la abundancia de monarcas que sobreviven al inverno es particularmente desafiante debido a su movilidad y los grandes números en los que se agrupan. Casi 30 años luego del descubrimiento de los lugares de hibernación en Méjico, los científicos aún debaten cuál sea la mejor forma de estimar la densidad de las monarcas en dichos lugares. Calvert (2004b) utilizó técnicas de marcado, liberación y recaptura para estimar las densidades poblacionales de 7 a 61 millones de monarcas por hectárea, siendo que las mayores densidades ocurrían a finales de la estación, cuando la colonia se había contraído. En una colonia diferente, midió la densidad de individuos en sub-muestras de ramas y troncos de árboles para estimar 12 millones de monarcas por hectárea. Estos números se encuentran dentro de los rangos sugeridos por Brower (1977) y Brower et al. (1977), pero lamayor variación sugiere que las densidades probablemente no sean constantes durante toda a estación y entre diferentes colonias.

Entre 1993 y 2002 Garcia et al. (2004) monitorearon 22 lugares de hibernación en México. Utilizando una estimado de 10 millones de monarcas por hectárea, encontraron que la población que sobrevivió el inverno variaba de 23 millones de monarcas en 2000-2001 a 176 millones en 1996-1997 (Figura 14). Ellos midieron la tasa de mortalidad más alta (27,7%) durante un año de baja población (1997-1998, 45,5 millones de monarcas) y sugirieron que esta tasa puede decrecer con el aumento del tamaño de la población.

Condiciones microclimáticas en los lugares de hibernación. Las monarcas migran a lugares de hibernación específicos debido a que necesitan

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