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Bubú y su familia

En una casa, vivía un grande y precioso perro llamado Bubú que viva una vida tranquila y feliz al lado de su familia. Un día, cuando el animal esperaba impaciente su porción de comida habitual, se dio cuenta de que cada vez la porción era mucho más pequeña. Cada día que pasaba, su plato se iba vaciando cada vez más rápido y las cosas parecían estar bastante lejos de mejorar.

Esta terrible situación, llevo a Bubú a buscar comida fuera de su casa, una tarea que no era nada sencilla para un perro como él ya que estaba acostumbrado a que sus dueños lo alimentaran. Pasadas unas semanas, en las que su aspecto era cada vez más triste, una niña llamada Adylen lo vio sobre un bote de basura en busca de comida, así que pensó que se trataba de un perro abandonado y comenzó a dejarle una plato lleno de comida, delante de la puerta de su casa.

Cada mañana, al salir de casa Adylen, comprobaba si el perrito se había comido lo que ella le dejaba la noche anterior. Tras unos cuantos días, Adylen se quedó bastante sorprendida, al ver que el animal, no solo no dejaba ningún resto de comida, sino que además se llevaba los platos en que ella le ponía la comida. Intrigada por este comportamiento, decidió esperar su llegada y seguirlo, para descubrir lo que estaba pasando. Bubú parecía saber muy bien a dónde dirigirse, y la niña después de unos minutos de seguirlo descubrió por fin su secreto: el perro no se estaba llevando los platos llenos para disfrutar de la comida solo, lo hacía porque quería compartir esa comida, con el resto de su familia.

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