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Parranda De San Juan


Enviado por   •  14 de Mayo de 2014  •  481 Palabras (2 Páginas)  •  291 Visitas

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Parranda de San Juan

Dentro del conjunto de festividades tradicionales de Venezuela, el 24 de Junio tiene singular significación y fuerza en aquellas poblaciones donde la “africanidad” se arraigó.

Esta antigua tradición religioso - popular implica evolución para la cosecha y el culto a la fecundidad propia de todos los pueblos.

En el Estado Miranda, la fiesta en honor a San Juan tiene gran sentido de pertenencia, y cobra mayor fuerza en aquellos poblados mirandinos marcados por el legado afro ascendiente tales como: Guarenas, Guatire, Curiepe, Cúpira, Panaquire, Aragüita, Tacarigua, Chirimena, Caucagua, San José, Altos Mirandinos, Cúa, Ocumare del Tuy, Yare, Santa Teresa y Santa Lucía, por mencionar algunos pueblos en su máxima expresión.

Dentro de esta diversificación merece reseña especial nuestro pueblo, Santa Lucía, capital del Municipio Paz Castillo, uno de los pueblos mirandinos donde la celebración y veneración a San Juan Bautista conserva sus matices más tradicionales.

Esta tradición tuvo como escenario de origen las diferentes haciendas que rodeaban al pueblo, siendo sus principales protagonistas los negros esclavos traídos del África, que laboraban en dichas haciendas y construían los tambores como habían aprendido en su lejana madre patria.

Cuenta la tradición oral que los negros esclavos barloventeños comercializaban con los esclavos luciteños en el mercado de Pariaguan, donde hablaban acerca del derecho de recibir un día libre, para descansar de las duras y largas faenas.

Fue por sugerencia de un fraile, cuyo nombre no se recuerda, que los amos de las haciendas deciden darle libre el día 24 de junio a los esclavos africanos, no para que celebraran, sino porque los hacendados estarían ese día ocupados en los oficios religiosos dedicados a San Juan Bautista, y no podrían controlar el trabajo que los negros hacían, a los cuales tampoco se les permitía participar en los actos religiosos.

Tal disposición fue tomada por los amos de las haciendas antiguas de esa época. Una de ellas fue la hacienda El Volcán, cuyos dueños gustaban del ritmo, el baile y el canto que ejecutaban sus esclavos, permitiéndoles que bailaran en sus patios de ladrillos donde secaban el café y el cacao. Quizás se lo permitían porque los negros y negras, al oír el tambor de las haciendas vecinas, se jubilaban y a veces iban a parar al pueblo de San Francisco de Yare, centro de reunión de negros en el Tuy.

Es así como se convierte el 24 de Junio en fecha de celebración y descanso para los esclavos, donde bebían aguardiente, bailaban al ritmo del tambor y cantaban improvisadas estrofas con letras de protesta por el maltrato e injusticia a los que eran sometidos por los hacendados españoles.

Al correr el tiempo, los manumisos (esclavos liberados), hijos de esclavos y después

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