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Los métodos de la ingeniería


Enviado por   •  27 de Agosto de 2011  •  1.381 Palabras (6 Páginas)  •  723 Visitas

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III. Los métodos de la ingeniería (o cómo cambiar racionalmente el mundo)

1. ¿QUÉ DEBE SABER HACER UN INGENIERO?

Ya hemos dicho que las funciones más sustanciales del ingeniero son diagnosticar los problemas que se le plantean y diseñar soluciones a los mismos. Pero siempre me ha inquietado la pregunta que encabeza este apartado debido a que los procesos intelectuales que un ingeniero realiza para llevar a cabo esas funciones son en algunos aspectos difíciles de describir explícitamente. Sentí por primera vez la inquietud cuando, habiendo decidido estudiar ingeniería, comencé a sentirme abrumado por los objetivos de aprendizaje de los planes oficiales de estudio, tan excesivos y poco integradores, según mi entonces inmaduro criterio; quise, por tanto, tomar sobre la marcha algunas decisiones propias poniendo por mi cuenta mayor empeño en los cursos y asuntos que me parecían más importantes para mi futura capacidad profesional, pero no pude resolver mi perplejidad sino a medias. Poco después de graduarme renació la inquietud con más intensidad: mientras estaba yo absorto en actividades de investigación, mis mentores me propusieron participar en ciertos proyectos de ingeniería; me asaltaban dudas sobre mis capacidades para tal actividad, dado que ni siquiera estaba seguro de cuáles serían necesarias y cuáles poseía. Después, como profesor y ya con cierta experiencia práctica, me seguí preguntando qué importancia merecía cada objetivo de los cursos a mi cargo en función de su trascendencia para la vida profesional de mis estudiantes. Activo como ingeniero, siguió inquietándome la cuestión cuando reflexionaba sobre cómo apoyar el desarrollo profesional de los jóvenes colegas que trabajaban bajo mi supervisión. Muchos años más tarde, habiendo adquirido confianza en mi formación, la inquietud volvió cuando tuve la responsabilidad de dirigir una escuela de ingeniería y quise revisar críticamente lo que estábamos haciendo para cumplir nuestra misión. Recurrentemente me he seguido haciendo la misma pregunta hasta la fecha. En cada una de tales ocasiones me he dado una respuesta tentativa para mi propio uso, y al paso del tiempo la he ido complementando con nuevos elementos y matices. Hoy mismo sigo considerando tentativo todo lo que pueda decirse sobre el saber-hacer del ingeniero, pues el asunto es complejo y sutil.

Los procesos mentales de los ingenieros se vuelven automatismos, porciones de nuestro modo de ser que luego utilizamos sin estar conscientes de cómo procedemos paso a paso. Sabemos aplicarlos, pero no explicarlos. Incluso quienes en esta profesión se distinguen por su capacidad para llevar a cabo esos procesos con el máximo de maestría suelen no poder describirlos completamente. Es comprensible, pues, que para el público general, aun el más educado, y para los estudiantes de ingeniería, los métodos de trabajo y los criterios de decisión de los ingenieros sean desconocidos casi por completo.

Si el público desconoce los procesos intelectuales del ingeniero y éste encuentra difícil describir racional y detalladamente algunos de ellos, pero el mundo sigue tan campante, está más que justificado preguntarse si se requiere o vale la pena hacer explícitos tales procesos. No tengo duda de que hace falta y vale la pena. La comprensión por la sociedad de los procesos y criterios de decisión del ingeniero propiciaría una más franca participación social en las decisiones que la requieren en cada proyecto de ingeniería; a la vez, contribuiría a eliminar prejuicios derivados de dos posiciones radicales y antagónicas de nuestro tiempo: una que pone en duda los beneficios de la tecnología, y otra que soslaya los costos no reconocidos (casi siempre indirectos y diferidos) que la sociedad termina pagando por casi todo proyecto de ingeniería. Para el propio ingeniero, una concienciamás plena de los procesos intelectuales implícitos en sus decisiones no podría resultarle sino benéfica, por cuanto le ayudaría a reforzar su dominio de tales procesos. Además, para los estudiantes de ingeniería y los ingenieros en maduración, conocer explícitamente esos procesos contribuiría a clarificar y adquirir las capacidades profesionales necesarias.

Si interesa saber en qué consiste y cómo se adquiere el saber- hacer de cierta profesión, lo natural es acudir al testimonio de miembros calificados del propio gremio; es decir, a lo publicado sobre las funciones y actividades del ingeniero’ y sobre la vida y obra de personajes destacados del respectivo campo.2 Desafortunadamente, muchas de las fuentes de información

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