Surrealismo

Surrealismo: diversas realidades

En esta ocasión hablaré de manera general acerca del Surrealismo, y mencionaré a dos de sus representantes: Dalí y Magritte, para mostrar como dentro de una misma vanguardia los estilos y la intencionalidad de las obras puede llegar a ser completamente distintas, centrándome por ultimo y con más detalle en la obra de Magritte de quien personalmente me considero seguidora y admiradora.

Primero que nada tenemos que ubicarnos dentro de la historia en el periodo en el que se sitúa el surrealismo, que es la vanguardia que sucede al dadaísmo el cual se basa en la interpretación de los sueños y el psicoanálisis, es también una manera en la que la realidad queda de lado y en la que se juega mucho con lo real, lo imaginario y nuestro subconsciente.

El contexto en el que surge el surrealismo es el periodo de entreguerras, el cual se caracteriza por el surgimiento de grandes movimientos absolutistas: el fascismo, el nazismo y el comunismo. Los tres cuentan con una misma estructura la cual se describe como un sistema ideológico, surgen como defensa de intereses pertenecientes a un grupo de personas o a alguna clase social, al cual se le añade un fuerte discurso de impacto emocional dentro de las masas.

Dichas circunstancias políticas y sociales fueron de una influencia de largo alcance, ya que tuvieron impactos directos en todos los ámbitos, uno de los cuales y más representativos fue en el campo del arte, trayendo consigo una serie de corrientes artísticas, con una fuerte influencia política y social, dichas corrientes artísticas se denominan: vanguardias.

Cada una de las vanguardias tiene sus bases y sus estatutos, los cuales son los elementos que nos permiten clasificar a los artistas y a sus obras dentro de una vanguardia, a pesar de esto, cada uno de los artistas pertenecientes, en este caso al surrealismo, intenta utilizar este mismo arte con fines distintos, o simplemente plasmar ideas diferentes dentro de una misma corriente.

El más claro ejemplo es el de los pintores Dalí y Magritte, mientras que el primero plasmaba sus obsesiones privadas, sus fantasías y sus sueños centrándose en el subconsciente emocional, el segundo tenía un fuerte sentido de debate en sus

Obras las cuales tenían una buena dosis de agudeza e ironía y en sus obras recurría a la inteligencia del espectador.

Las pinturas de Dalí nos muestran imágenes creadas a manera de impulso de influencia psíquica, de origen soñador, y a pesar de que las obras surrealistas son de difícil comprensión, las obras de Dalí pueden irse interpretando mediante al conocimiento de su vida y el contexto en el que se encontraba cuando fueron creadas, lo que nos deja ver claramente que las obras de esta artista eran representaciones de pensamientos, sucesos y experiencias personales.

Por su parte Magritte utilizó el surrealismo de manera más intelectualizada, es decir recurriendo a análisis minuciosos utilizando una gran variedad de elementos con los cuales el pintor llega a establecer analogías interesantes y dotadas de ingenio, así como conexiones y relaciones de objetos y elementos insólitos y muchas veces exagerados, pero de un carácter muy convincente si lo situamos en el contexto de la realidad pictórica, en sus cuadros podemos apreciar cómo consiguió un estilo muy propio y singular, algunos de los factores elementales en la consolidación de su estilo propio, son el hecho de jugar con la aparición de duplicaciones, las representaciones y ausencias de elementos dentro de sus composiciones representadas, muy características de Magritte.

En lo personal la obra de Magritte me parece muy interesante y bella, después de mencionar algunas de las diferencias más importantes entre las obras de Dalí y Magritte y después de haber entendido el punto en el que menciono que a pesar de que haya artistas pertenecientes a una misma vanguardia es posible utilizar los mismo elementos y técnicas de composición y obtener un resultado interpretatorio completamente distinto, después de esto, me adentraré de lleno al análisis de la obra de René Magritte, la cual siento que no se le ha dado en su totalidad el merito que se merece ya que continuamente a través de la historia suelen prestarles mucha más atención a nombres como Dalí y Miró, de quienes su obra es para mí muy importante, ya que el surrealismo es la corriente con la que más simpatizo, a pesar de esto, Magritte me parece fenomenal y debido a esto le dedicaré buena parte de mi ensayo final.

Ya habíamos visto algunos de los elementos más importantes de la obra de Magritte los cuales eran los continuos juegos mentales entre la realidad y la ilusión, recurriendo a las repeticiones constantes de elementos, duplicaciones y/o ausencias, su obra comienza a adquirir un sentido más intelectual y reflexivo al punto que varias de sus

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