Tu Mascota Es Muy Fuerte
JACQUELINEEGTRRR2 de Enero de 2015
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Noviembre de 1922.
"Nuestro pan" es el arroz, y de su cultivo, su venta, y sus cultivadores
trata esta novela tan rica, larga, rebosante y épica. Todo lo
vemos desde un punto de vista humano antes que técnico, y lo mejor
de la novela son los admirables retratos de los arroceros negros, zambos
y cholos que llenan el libro: Moreira el Guaco, cetrino, delgado, pálido,
trabajando angustiadamente para ahuyentar la memoria de su zamba, a
quien mató a machetazos porque ella no le daba un hijo, y sus vecinos
le insinuaban: "Las que no se preñan viven con dos. . ."; el tisico Pedro
Garcia, raspando su plato con el machete para que los otros arroceros
no se contagiaran, porque quería quedarse con los vivos y no irse a,
morir al sanatorio; el negro don Pio, que rompe a cantar una queja
sin palabras cuando su dolor es tan grande que no puede llorar; el Capitán
Sandoval, revolucionario y bandolero, hombre entero, que no llora
ni se queja en lo más negro de la desesperación, ni siquiera cuando
tiene que matar a un compañero suyo gravemente herido: "Torres abrió
los ojos, húmedos ya y oscurecidos porque la muerte comenzaba a manar
de su hondura más profunda. Miró al Capitán Sandoval. Más que mirarlo,
agarrábalo con sus ojcs. Sandoval puso el cañón de la pistola sobre
la sien de Torres. Se le dilataron las pupilas. Dos lágrimas le brotaron.
Y la frente se le roció de sudor. Todo en un mirar. El Capitán Sandoval
apretó el gatillo y Torres se apago
La novela consta de cuatro libros: «Los desmonteros", que trata
del desmonte y de la siembra, es de un interés y un realismo extraordi.
narios. Es en esta parte de Nuestro Pan donde conocemos a los arroceros
cuyas angustias y esperanzas prestan a la obra su mayor poder;
"La cerca", es la historia del Capitán Sandoval, que habiendo llegado
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proscrito y fugitivo a la hacienda de Bartolomé Mosquera, se hace por
su hombría dueño en poco tiempo de su hacienda y de su hija Magdalena,
y empieza. el cultivo intenso de los arrozales; en el tercer libro,
"Hombres sin destino", seguimos el estudio de la familia Sandoval en
la persona de Eusebio Sandoval, hijo del capitán, doctor en derecho
para compensar su sangre mestiza, agricultor a lo siglo XX, cuyo trac--
tor es el pasmo y la desgracia de los arroceros independientes que se ven
reducidos a la alternativa de hacerse peones del doctor Eusebio o de abandonar
sus tierras e irse a trabajar en la ciudad; el cuarto libro, "La dimensión
del hombre", nos describe los enredos domésticos y financieros
del dicho doctor.
Entre las mayores virtudes de esta obra tan abundante cuéntanse la
maestría con que Enrique Gil sabe dibujar un carácter con muy pocas
lineas, y su sentido de simpatia y casi de compenetración con los arroceros.
Cuanto más cerca estamos de estos directos y nobles trabajadores,
mejor; por eso el primer libro resulta más convincente. Cuando se aleja
la trama de los arrozales hay una pérdida correspondiente de realismo e
intensidad. Hay momentos hacia el final del libro en que la acción es
confusa y hasta aburrida.
Gil Gilbert escribe bien, y Nuestro Pan está lleno de magnificos
momentos dramáticos y descriptivos. Desde la primera frase de la novela:
«El viento se curvaba como un, machete nuevo, desmelenando los
árboles y escamando el lomo de toro viejo del río", hasta las últimas
palabras del delirio moribundo de Eusebio Sandoval: "Aqui estoy durmiéndome
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