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01.- PARSONS - EVOLUTIONARY UNIVERSALS IN SOCIETY


Enviado por   •  24 de Febrero de 2015  •  3.827 Palabras (16 Páginas)  •  494 Visitas

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01.- PARSONS – EVOLUTIONARY UNIVERSALS IN SOCIETY

Lenta y de cierta forma inarticuladamente, el énfasis en los trimestres de sociología y antropología se ha deslizado desde un deliberado desinterés en problemas de la evolución cultural y social a una “nueva relatividad” que vincula sus “universales” a un marco de referencia evolucionista.

La perspectivas anteriores insistieron en que los sistemas sociales y culturales estaban compuestos de numerosas características diferentes, que las culturas están totalmente separadas o que ciertos “universales” inequívocamente humanos, como el lenguaje y el tabú del incesto deberían ser enfatizados. Variados como son, estos énfasis tienen en común el hecho que ellos desvían la atención de continuidades específicas en patrones de cambio social, de manera que características o tipos culturales deben ser tratados en forma discontinua y básicamente desconectados, en tanto que un patrón , para ser considerado universal, debe ser igualmente importante para todas las sociedades y culturas. Más allá del su ostentoso repudio a la “predestinación cultural”, estas perspectivas han sido visiblemente antropocéntricas al separar los problemas del modo de vida de los humanos de todo interrogante sobre continuidad con el resto del mundo orgánico. Pero el énfasis en “universales” humanos ha producido una suerte de influencia niveladora, tendiendo a restringir la atención a aquello que es general y esencialmente humano, sin considerar gradaciones dentro de la categoría “humano”.

La “nueva relatividad” remueve esta barrera y trata de considerar las formas humanas en directa continuidad con las sub-humanas. Ella asume que la divisoria entre “sub-humano” y “humano” no marca el cese en el cambio evolutivo sino más bien un estadío en un largo proceso que comienza con muchas fases pre-humanas y continúa a través de la “divisoria” dentro de nuestro propio tiempo y aún más allá de éste. Concediendo un amplio rango de variabilidad de “tipos” en todos los estadíos, ella asume que (ciertos) niveles de avance evolutivo pueden ser empíricamente especificados tanto para las fases pre-humanas como para las humanas.

Universales evolutivos.

Designaremos como un universal evolutivo a todo desarrollo organizacional suficientemente importante para la evolución futura que más que emerger en una sola oportunidad, es probable que sea encontrado en varios sistemas operando bajo diferentes condiciones.

En el mundo orgánico, la visión (el sentido de la vista) es un buen ejemplo de un universal evolutivo. En razón de que este sentido “media” el input de información organizada desde el entorno del organismo y opera con las fuentes de información de rangos más amplios y distantes, la visión es el mecanismo más generalizado de información sensorial.

La evidencia es que la visión no ha sido una “invención” por única vez en la evolución orgánica, sino que ha evolucionado independientemente en tres diferentes tipos de animales: los moluscos, los insectos y los vertebrados.

……(estos puntos suspensivos indican omisión de traducción de la divagación)

La visión, cualquiera sean sus mecanismos, parece ser un genuino prerrequisito para todos los más elevados niveles de la evolución orgánica. Se ha perdido en grupos muy particulares, como los murciélagos, los cuales no han evolucionado en forma importante posteriormente.

Con referencia al hombre y su potencial biológico para la evolución social y cultural, deben ser citados dos “universales evolutivos”: las manos y el cerebro.

La mano humana es, por supuesto, una herramienta de propósito general primordial. La combinación de cuatro dedos móviles y un pulgar oponible le permite ejecutar una enorme variedad de operaciones – agarrar, sostener y manipular muchos tipos de objetos. Su locación en el final de un brazo con articulaciones móviles le permite ser maniobrada en muchas posiciones. Finalmente, los pares de órganos brazo-mano duplican largamente la capacidad de cada uno por cuanto permiten la cooperación y una compleja división del trabajo entre ellos.

……

El cerebro humano … es el órgano más distintivo del hombre, la fuente singular más importante de la capacidad humana. No sólo es el órgano primario para controlar complejas operaciones, particularmente las habilidades manuales y coordinar la información visual y auditiva, sino que sobre todo es la base orgánica de la capacidad de aprender y manipular símbolos y de ahí su carácter de cimiento orgánico de la cultura.

… El cerebro grande es parcialmente responsable del largo período de dependencia infantil en razón de que el niño tiene mucho que aprender de su conducta afectiva y por tanto la carga del cuidado y socialización del infante es mucho mayor para el hombre que para cualquier otra especie.

Con estos ejemplos orgánicos en mente, la concepción de un “universal evolutivo” puede ser desarrollada en forma más completa. Podría ser formulada con referencia al concepto de “adaptación”, el cual ha sido tan fundamental en la teoría de la evolución desde Darwin. Claramente, adaptación debería significar, no un mero “ajuste” a las condiciones ambientales, sino más bien la capacidad de un “sistema” viviente (sistema se asimila en este párrafo a “especie”) para lidiar con su entorno. Esta capacidad incluye un activo interés por dominar o la habilidad de cambiar el medio ambiente para satisfacer las necesidades del “sistema” así como sobrevivir cuando las condiciones son inmodificables.

…..

Finalmente, un punto crítico es la capacidad de enfrentarse con relaciones inestables entre el “sistema” y el medio, y por lo tanto, con la incertidumbre. La inestabilidad aquí refiere tanto a las variaciones “predecibles” , tales como el ciclo de las estaciones, como las “imprevisibles”, como la súbita aparición de un predador peligroso.

Un universal evolutivo, entonces, es un complejo de estructuras y procesos asociados, cuyo desarrollo incrementa la capacidad adaptativa de los “sistemas” vivientes en el largo plazo, de forma tal que sólo los sistemas que desarrollan dicho complejo pueden alcanzar los más altos niveles de capacidad adaptativa general.

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Prerrequisitos de la evolución de la Cultura y la Sociedad.

De su distintivo talento natural, de su capacidad para el aprendizaje y también de su definitiva dependencia del mismo, el hombre deriva

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