AGENTES BIOLOGICOS DE USO INTENCIONAL

INSTITUTO DE CIENCIAS Y ESTUDIOS SUPERIORES

DE TAMAULIPAS, A.C.

ENSAYO

“AGENTES BIOLOGICOS DE USO INTENCIONAL”

PRESENTAN

PROFESOR:

CIUDAD VALLES, SAN LUIS POTOSI, S.L.P. 19 de Julio 2014

INTRODUCCIÓN

Existen registros del uso de agentes biológicos infecciosos utilizados durante movimientos bélicos, políticos y sociales desde la Edad Media donde se utilizaron de cuerpos en descomposición, posteriormente en la conquista del imperio Azteca y la guerra de independencia de los Estados Unidos de América (EUA) se utilizó la viruela con el fin de causar enfermedad, en la primera guerra mundial se utilizó ántrax y en la segunda, los japoneses utilizaron ántrax, peste, cólera y tifoidea, pero en la actualidad los eventos terroristas del 11 de Septiembre del 2001 en EUA cambiaron para siempre nuestra percepción de la vulnerabilidad a los ataques terroristas. Aunado a esto, los primeros casos de ántrax en humanos ocasionados por la liberación intencional de esporas de Bacillus anthracis a través del sistema postal de EUA infringieron pánico y terror. Los eventos de terrorismo ocurridos en diversos países son recordatorios continuos de nuestra fragilidad y del riesgo que futuros ataques terroristas pudieran dirigirse a través de liberación intencional de agentes biológicos. Existen modalidades del uso intencionado de agentes biológicos contra poblaciones: el biocrimen, guerra bacteriológica y el bioterrorismo.

El bioterrorismo consiste en el uso intencional de agentes biológicos para causar la muerte o enfermedad en humanos, animales o plantas con el objetivo de intimidar a gobiernos y sociedades en beneficio de causas ideológicas particulares. Las características que ciertos agentes infecciosos deben poseer para ser considerados como armas biológicas incluyen: que causen elevada morbilidad y mortalidad, que se transmitan de persona a persona, que tengan una baja dosis infecciosa, que sean altamente infectantes al ser diseminados como aerosol, por tanto, tengan la capacidad para causar grandes brotes, que no exista una vacuna contra el agente o que ésta sea de disponibilidad limitada, que exista el potencial para ser producido a gran escala, y que se trate de un agente estable en el medio ambiente.

¿QUÉ ES EL BIOTERRORISMO?

Este consiste en el uso intencional o amenaza de utilizar agentes biológicos; ya sea el propio agente infeccioso o sus productos para causar la muerte o enfermedad en humanos, animales o plantas con el objetivo de intimidar a gobiernos y sociedades en beneficio de causas ideológicas particulares.

En principio, cualquier organismo puede ser usado como arma biológica. No obstante, las características que ciertos agentes infecciosos deben poseer para ser considerados como armas biológicas incluyen: Que causen elevada morbilidad y mortalidad, que se transmitan de persona a persona, que tengan una baja dosis infecciosa, que sean altamente infectantes al ser diseminados como aerosol y, por tanto, tengan la capacidad para causar grandes brotes, que no exista una vacuna contra el agente o que ésta sea de disponibilidad limitada, que exista el potencial para ser producido a gran escala, y que se trate de un agente estable en el medio ambiente.

El uso de agentes biológicos con el objeto de agredir, incapacitar o matar al adversario ha sido un fenómeno que se ha repetido en múltiples ocasiones en la historia del hombre. Así por ejemplo, el uso de toxinas naturales derivadas del argot fue utilizado por el ejército Asirio 600 años AC con la finalidad de invadir y conquistar Asia Occidental. En pleno siglo XIV, la plaga o peste negra se expandió por toda Europa, los orígenes de esta pandemia se relacionan con la invasión de la ciudad de Kaffa por el ejército tártaro, quienes sitiaron la ciudad y obligaron a rendirse a sus habitantes infectándolos intencionalmente con Yersinia pestis al lanzar por sobre las murallas de la ciudad los cuerpos sin vida de sus propios soldados muertos por plaga. Esta enfermedad epidémica causó el aniquilamiento de un tercio de la población europea de la época. Esta misma estrategia bélica fue utilizada por el ejército ruso contra Suecia en 1710.

Los virus de la viruela y el sarampión fueron dos buenos aliados de los españoles e ingleses en la conquista de América. La población indígena no tenía experiencia inmunológica con estos agentes lo que facilitó la diseminación de ambos virus causando la muerte de una proporción importante de las poblaciones nativas. Francisco Pizarro al igual que los colonizadores de América del Norte utilizó la contaminación de frazadas, las que entregaron a los indios consiguiendo la diseminación de la viruela en forma muy efectiva.

Durante el siglo XX, en 1937 Japón dio inicio a un programa de investigación con agentes infecciosos en un laboratorio denominado "Unidad 731", donde se experimentó en prisioneros de guerra con ántrax inhalatorio; con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial se estimó que alrededor de 3000 prisioneros murieron en relación a estos experimentos. En 1940, se produjo una epidemia de plaga en China y Manchuria, su inicio se relacionó con una "lluvia de pulgas" infectadas con Yersinia pestis arrojadas por aviones japoneses que sobrevolaron la zona afectada.

En 1943, Estados Unidos de Norteamérica se suma a Japón y Alemania en la investigación de agentes biológicos. Uno de sus laboratorios fue Fort Detrick en el estado de Maryland, donde actualmente aún se trabaja con Bacillus anthracis con el objeto de probar la efectividad de la vacuna en animales. En 1969, a raíz de un decreto presidencial se destruyeron todos los agentes infecciosos y toxinas que pudieran significar

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