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Abejas. La colmena

alonso188Informe25 de Junio de 2012

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La abeja es un insecto social que se ha clasificado de la siguiente forma:

REINO : Animal

TIPO : Antrópodo

CLASE : Insecto que tiene respiración por tráquea, tres pares de patas y el

cuerpo dividido en tres zonas: Cabeza, torax y abdomen.

ORDEN : Himenóptero (posee cuatro alas membranosas), metamorfosis

completa, aparato bucal lamedor y dos pares de alas membranosas.

SUB-ORDEN : Apoídea

FAMILIA : Apidae

GENERO : Mellífera (productora de miel)

ABEJA MELLÍFERA

(o abeja de miel), abeja social, productora de miel, reconocida como el insecto más valioso desde el punto de vista económico. Esta reputación se debe en parte a que produce miel y cera de abjeas, pero la principal utilidad de la abeja mellífera es su papel en la polinización de los cultivos de grutas, nueces, hortalizas y vegetales forrajeros, así como plantas no cultivadas que impiden la erosión del suelo, al fijarse en él e impedir que sea arrastrado a los océanos.

En la abeja (Apis Mellíffera) existe tres tipos de individuos, fácilmente diferenciables a simple vista y que cumple roles distinto en una colmena: Son las obreras, la reina y los zánganos.

LA REINA

En una colmena bien organizada y en correcto funcionamiento, debe existir una sola reina. Es una hembra sexualmente funcional, la que será fecundada por los zánganos; posteriormente pondrá huevos y así asegurará el desarrollo de la familia y la perpetuación de la especie. Además libera una ferohormona muy importante para el mantenimiento del orden social de la colmena.

Desde el punto de vista anatómico, la reina es muy distinta de los zánganos y las obreras. Su cuerpo es largo, con un abdomen mucho mayor que el de una abeja obrera. Sus mandíbulas están armadas con afilados dientes cortantes, mientras que sus descendientes tienen mandíbulas sin dientes. La reina tiene una aguijón curvado y liso que puede usar una y otra vez sin poner en peligro su vida. Por contraste, las abejas obreras van armadas de una aguijón recto y barbado, de modo que cuando pican, queda anclado con firmeza en el cuerpo de la víctima. Al intentar sacarlo, la abeja se desgarra parte del abdomen y muere poco después. La reina carece de las herramientas de trabajo que poseen las obreras, como cestas para el polen, glándulas que segregan cera y una vejiga bien desarrollada para la miel. Su alimento es casi exclusivamente una secreción, llamada jalea real, que producen las glándulas hiporfaríngeas de las abejas obreras. La vida de una reina es de uno a tres años.

Aproximadamente a la semana de nacida, la reina realiza en vuelo de fecundación, pudiéndo ser fecundada por varios zánganos. Después de este vuelo no necesita ser fecundada nuevamente, porque conserva el fluído espermático por el resto de su vida en la espermatoteca o depósito de espermios. Este vuelo lo realiza generalmente en días templados entre las 10:00 y 16:00 hrs.

Dos o tres días posterior a la fecundación, la reina inicia el aove (ovoposición), el que realiza primero revisando las celdillas, introduciéndo la cabeza para asegurarse que está limpia y posteriormente introduce el abdomen, depositando en el fondo de la celdilla un huevo.

El huevo es de forma alargada, ligeramente curvo y de 15 mm. de longitud; se fija al vértice de la celdilla en su extremo libre es más grueso y redondeado.

La reina sigue un orden en la postura, la que realiza en forma de espiral. Inicia la postura en el centro del panal y sin dejar espacios o celdillas libres pone un huevo en la cada celdilla. Una vez completado el panal, pasa al otro y así sucesivamente.

Una buena reina y en plena época de recolección de néctar puede llegar a poner hasta 3.000 huevos diarios. Estos huevos pueden ser fecundados, dando origen a hembras o sin fecundar, originando machos o zánganos.

La reina, embriológicamente, tiene el mismo origen que una obrera, un huevo fecundado. El hecho que desde el mismo origen que una obrera, un huevo fecundado. El hecho que desde el mismo origen pueda surgir dos seres diferentes está dado exclusivamente por la alimentación recibida durante la étapa de larva.

Cuando las obreras detectan que les falta la reina o bien que ésta vieja o enferma, con problemas de postura o ha disminuido la producción de su ferohormona, eligen algunas larvas de obreras recién nacidas y las alimentan con grandes cantidades de jaela real durante los seis días que dura la fase larval. Mientras una larva, que va dar origen a una obrera, recibe aproximadamente 140 visitas diarias de obreras que la alimentan , una larva que dará origen a una reina, la atiende aproximadamente 1.600 veces al día. Es esta diferencia, en el volumen de jalea real, la que determinará el desarrollo de una individuo diferente y sexualmente funcional. Conjuntamente con la mayor atención alimenticia, otras obreras construyen una celda de mayor tamaño, la que sobresale del panal y es más alargada. Son las denominadas celdas reales.

Una reina puede vivir hasta 5 años, pero a medida que envejece su postura va dando origen cada vez a más zánganos por agotamiento de los espermatozoides de la espermateca. Por esta razón es aconsejable disponer de reinas jóvenes y vigorosas, cambiándolas cada dos años.

LA ABEJA OBRERA

Las abejas obreras superan siempre en número, con gran diferencia, a los zánganos. En primavera, en una colonia de la zona templada del mundo, el número de obreras varía entre 8.000 y 15.000, y a comienzos del verano, puede llegar a ser superior a 80.000. Aunque carecen de la capacidad de aparearse y reproducirse realizan la mayor cantidad de acciones dentro y fuera de la colmena; recolectan el polen y néctar de las flores, construyen los panales, ventilan y asean la colmena, atienden y alimentan a la reina y las larvas, recolectan agua y propóleo, defienden la colmena, etc.

Desde su nacimiento la obrera cumple una serie de funciones de acuerdo a los cambios que se van produciendo en su organismo y de las necesidades de la colmena. Hasta el tercer día de edad, se encarga de limpiar las celdas de los panales para que la reina vuelva a ovar. También en esta etapa colaboran en calentar la cría. Desde el tercero hasta el duodécimo día, las glándulas retrofaringeas producen jalea real, convirtiéndose, las obreras en nodrizas, encargadas de alimentar las crías de diferentes edades y ala reina. Desde el día 13, cuando se produce la atrofia de la glándulas retrofaringeas y hasta el día 20 de vida, se les desarrollan las glándulas cereras, dedicándose a construir y reparar panales. Luego estas glándulas se atrofian y nuevamente, las obreras, se dedican a la limpieza general de la colmena.

Además recepcionan parte del néctar que traen las pecoreadoras, lo distribuyen en las celdillas e inician el contacto con el exterior, realizando vuelos cortos de ascenso y descenso frente de la colmena. Para esto ocupa las horas de mayor luminosidad.

A partir del día 24 de edad la obrera se dedica exclusivamente a tareas fuera de la colmena. Para recolectar el néctar utiliza el buche mielario, pudiendo transportar en cada oportunidad aproximadamente 0.5 mgrs. de miel.

Cuando la obrera descubre una fuente de néctar o polen, al volver a la colmena, realiza sobre los panales una serie de movimientos llamados “danza de las abejas” que consiste en hacer círculos, medios círculos o movimientos en forma de ocho, que repite insistentemente frente a las demás obreras. Estos bailes indican la dirección y distancia de la fuente de alimento con respecto a la colmena.

ZÁNGANO

Son los machos, poseen el cuerpo más grande y ancho que las obreras. Antes de nacer se conoce que una celda dará origen a un zángano, ya que el opérculo que lo cubre es convexo y sobresale notoriamente sobre el nivel del panal. Como no realiza tareas, ya sea al interior o exterior de la colmena, no posee elementos de trabajo como ser cestillas para trasladar el polen, aguijón, glándula odorifica, etc.

Su única función es aparearse con las nuevas reinas. Una vez consumado el apareamiento, que siempre tiene lugar durante el vuelo a cielo abierto, el zángano muere de forma inmediata. El esperma móvil, o células germinales, de los zánganos se abre camino hasta un pequeño órgano en forma de saco llamado espermateca, que se encuentra en el abdomen de la reina. El esperma se mantiene viable en este órgano durante toda la vida de la reina.

Los zánganos realizan la función de fecundar las reinas vírgenes, nacidas en la temporada e indirectamente colaboran en calentar la cría y la colmena, ya que con los movimientos al interior de la colmena generan calor y de esta manera contribuyen a mantener la temperatura que necesita la cría. Una vez que el sol calienta el exterior los zánganos abandonan la colmena.

LA COLMENA

Existen evidencias prehistóricas del aprovechamiento de la miel de abejas por parte del hombre, quien en el transcurso de la historia, las ha ido alojando en diferentes habitaciones, desde las construídas en paja, barro, hasta llegar a introducirla en cajones, los que poseen diferentes medidas. Este sistema denominado “colmenas rústicas” no permite cosechar miel sin destruir los panales ni observar el desarrollo y estado sanitario de una familia. Con la finalidad de solucionar estos problemas, a mediados del siglo XIX, en el año 1851, Lorenzo Lorrain

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