Acidosis Metabolica

Yo sé que me iré derechito al infierno. Lo sé porque sé de mí y de mis historias porque soy de los que prefieren levantarse y sonreír solo por el gusto de la felicidad porque hace un buen día porque no duele el estómago. Sonreír porque me levantaste sin la erección acostumbrada; porque lo que soñé no estuvo acompañado de una serie de inmoralidades descontroladas y eso me hace crecer, porque estoy madurando. Puedo incluso preferir sonreír porque en algún lugar, quién sabe de qué y quién sabe cómo, alguien sonríe exactamente igual que yo así que si tratara de explicar esta sensación que tengo de que no hay de otra y que arderé eternamente en un hoguera para que aten mis testículos a algún caballo en llamas enardecido porque algún demonio le está pinchando el culo, tendría que decir que es inventarse los domingos como así los miércoles. Como beber porque hay que y qué beber. Como escribir porque tengo ganas o gases, porque se me para cuando lo hago y no hay de otra. También como tratar de explicar cómo es eso de olvidar porque el mundo no tiene para cuándo y yo ya me quiero morir hoy.

Esta discusión puede prolongarse días pero la verdad es que me están molestando una serie de cosas que en realidad ya no puedo controlar o que controlaba y se salieron de mi bolsillo y eso es como dormir en el piso porque las chinches no me dejaron espacio en el colchón o llorar la ausencia del refrigerador; Es besarse con la mano, meterle la lengua. No hay de otra, ¿pues qué?. Es llamarte Álvaro o José, da igual. Es definitivamente como tomar un Pau Pau y volverte adicto cuando ya vas en el cuarto. Es depresión.

Sin embargo considero que de entre todas mis malas e inmaduras costumbres la mal acostumbrada es esa de pensar que en verdad las personas están unidas por algo más allá que la pura amistad o que el puro amor. Que lo estamos a través del tiempo y de la distancia. Que lo estamos con personas que en realidad no conocemos y que al final se vuelven parte indispensable de nuestra vida. Pienso que si estoy unido de esta forma con alguien, no debería entonces tener miedo. ¿Me estaré mintiendo?

Hablar entonces de miedo es, obligatoriamente, hablar de mujeres. No es novedad que un hombre describa a una mujer como un ser irremediablemente malvado. Le teme. Así pues me dedico a observar de lejos y esperar a que una mujer cometa primero el error ¿Que cuál error? Pues el único que las mujeres pueden cometer, enamorarse. Es entonces cuando les quito el alma y me la como con pan blanco. Odio el integral. Ya podrás imaginarte entonces de las cosas que he de hacerte hoy y en el transcurso de los días a mi lado. Que la esperanza que bien puedes tener será solo que lo que haga lo realice de la manera más rápida posible pues cuando termine contigo no quedará ni el más mínimo rastro de que en ese cuerpo dátil sin vida existió alguna vez una mujer. No te extrañes, esta conducta no es lo suficientemente misógina para catalogarse así, de otra forma bastaría con pegarte un pedazo de plomo en el cráneo para que murieras pero no. Los demonios como yo no actuamos así ya que como te lo he dicho antes, esperaré a que te enamores ¿De quién? ¡De quien sea! Puede ser tu padre, tu amigo, tu mascota. Lo único que necesito es que abras un poco el corazón. Creerás que es mala idea explicarte esto, que sabiéndolo podrías evitarlo pero no te preocupes, de entre todas mis habilidades, considera que la paciencia es la más grande de todas. Al final cualquier mujer termina abriéndose ella misma el corazón. Por si aún te queda alguna duda sobre mis palabras, mírate. Mira tú débil y cansado cuerpo, como palidece ante la sospecha, ante la envidia o los celos ya que todas estas reacciones son prueba de que me estoy acercando. Es inútil que intentes dejar de pensar en este peligro inminente, igual llegaré. De nada sirve que busques ayuda, igual llegaré. Absolutamente de nada sirve que reces, igual voy a atraparte porque así lo decidiste tú el día que te sentiste vibrar, cuando te enamoraste. Seguramente ya te imperan demasiadas dudas. ¿Qué habré hecho mal? ¿Cómo es que sabe que me he enamorado? ¿De dónde proviene tanto odio hacia mí? No temas… No estoy tan cerca como crees pero tampoco tan lejos. Si quieres saber quién soy, solo has un pequeño esfuerzo, recuerda que ya nos hemos visto. Que caminamos por esa plaza que tanto te gusta y que charlamos durante horas. Que hicimos aviones y esperamos todas las mañanas a que el sol saliera. Que te acostaste conmigo, que me amaste ¡que me llamaste amor!... y cuando sepas quién soy, solo le darás nombre a tu asesino. Solo te darás otro nombre.

Por último y esperando que te sientas tan ofendido como he querido ofenderte, no olvides que Abandonarse como cae una estrella debe ser rápido y con un deseo, de otra forma solo estas siendo un hipócrita.

Acidosis metabólica.

La acidosis metabólica es una acidez excesiva de la sangre caracterizada por una concentración anormalmente baja de bicarbonato en la sangre.

Cuando un aumento del

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