Anguladores Y Posicionadores De Brackets

ANGULADORES Y POSICIONADORES DE BRACKETS

Introducción

La dificultad que podemos tener en el control de la mecánica ortodóncica puede estar asociada en la colocación inicial de los brackets.

El posicionamiento vertical incorrecto puede llevar a una extrusión o intrusión dentaria y dificulta en el control del torque.

En el sentido mesio-distal podemos tener giroversiones no deseadas.

La angulación incorrecta de los brackets trae consigo un posicionamiento axial deficiente de los dientes.

El doctor Tweed utilizaba brackets centrados en las bandas y en ángulo recto con el eje longitudinal de los dientes, resultando en un paralelismo con las caras oclusales.

Entonces era necesaria la construcción de arcos con dobleces de primer y segundo orden, realizando la preparación de anclaje y obtención del posicionamiento artístico de los dientes anteriores. Estos dobleces dificultan algunas fases de la mecánica ortodóntica, tales como el cierre de espacios y la retracción de caninos. El profesional debe comprender los efectos producidos por estos dobleces y reproducirlos fielmente en todos los arcos subsecuentes.

Los profesionales preocupados en simplificar los procedimientos de contorneado de los arcos concuerdan que es más conveniente trabajar con arcos libres de dobleces en el plano vertical y que se puede alcanzar el correcto paralelismo de las raíces de los dientes por medio de la angulación adecuada de los brackets.

La angulaciones pueden ser disto-cervicales y disto oclusales. En los dientes anteriores, las angulaciones disto-cervicales o mesio-incisales presentan como finalidad permitir, al final del tratamiento, la obtención de las angulaciones correctas de los ejes longitudinales de estos dientes, es decir, el posicionamiento artístico. En los dientes posteriores, las angulaciones disto oclusales o mesio-gingivales, cuando son utilizadas, inclinan los dientes para distal durante la fase de nivelamiento, con el objetivo de preparar un anclaje.

Algunos profesionales que angulan los brackets en el momento de la realización de colocación de los accesorios utilizan instrumentos apropiados para esta finalidad, otros, confiados en la experiencia clínica, no utilizan los referidos instrumentos. (1)

Revisión de la literatura

Tweed (2) preconizaba el posicionamiento de los brackets perpendicularmente al eje longitudinal de los dientes y paralelos a sus caras oclusales. Indicó para la preparación de anclaje, la inclinación lingual de los incisivos inferiores y la angulación distal de los dientes posteriores, por medio de torque lingual anterior y de dobleces de segundo orden en los dientes posteriores. Empleó también un aparto extra bucal en el arco superior y elástico de clase III, interligado al arco inferior.

El correcto posicionamiento mesiodistal de los ejes longitudinales de los dientes, contribuye para alcanzar el equilibrio de una oclusión y del sistema estomatognático, constituyéndose un factor relevante para la obtención del perfecto alineamiento de los dientes en sus respectivas bases óseas y para el mantenimiento de la estabilidad de los resultados obtenidos por el tratamiento ortodóntico. (3),(4),(5). Este parámetro, es uno de los adoptados clínicamente para definir la excelencia de un caso bien terminado, y actualmente observado en la radiografía panorámica. (6),(7),(8),(9). Que proporciona condiciones satisfactorias para la evaluación del posicionamiento dentario antes y después del tratamiento.

Sabiendo la importancia del correcto posicionamiento mesiodistal de los ejes longitudinales dentarios para el mantenimiento de la estabilidad de los resultados obtenidos por el tratamiento ortodóntico, Holdaway (10) , en 1952, sugirió la incorporación de angulaciones en los brackets sustituyendo los dobleces de segundo orden en los alambres de nivelamiento. Este artificio también puede ser empleado en la preparación de anclaje y en la sustitución de los dobleces artísticos, resultando una inclinación más divergente de los ejes longitudinales dentarios, y proporcionando una anatomía más natural, principalmente en el segmento antero – superior del arco dentario. Así también vio que mucho de los casos eran terminados sin paralelismo radicular, en las zonas de extracción, las raíces de los dientes adyacentes presentaban una configuración en “V”, siendo este uno de los factores predisponentes a la reapertura del espacio.

Holdaway, preocupado en simplificar los procedimiento mecánicos, sugirió algunas modificaciones en la técnica propuesta por Tweed, Eliminando la necesidad de incorporar en los arcos lo dobleces en el plano vertical. Con la angulación correcta de los brackets en grados variables, los problemas relacionados a la preparación de anclaje, o el cierre de los espacios y la obtención del paralelismo de las raíces, podrían ser solucionados durante la fase de nivelación.

En 1952 Strang(11) relacionó el establecimiento de posicionamiento axial normal de cada diente, y de la forma proporcionalmente modificada, como una tentativa de sobrecorrección, creando condiciones de una mejor resistencia a las fuerzas que tienden a provocar recidiva en la mal oclusión, indicando que el procedimiento ortodóntico correctivo debe considerar la relación final de las coronas y las raíces dentarias.

En 1956, Wheeler(12) afirma que normalmente los dientes presentan sus coronas inclinadas para mesial en grados variables y aunque diferentes cráneos presentan discrepancias en los valores absolutos, generalmente se observa una tendencia a esa inclinación mesial. Cada diente presenta la inclinación que mejor resiste las fuerzas masticatorias y si algún diente se encontrara en mala posición, su eficiencia funcional se torna perjudicada, así como su estabilidad. .

Jarabak 1960(13) analizó algunos conceptos referentes a los objetivos del tratamiento ortodóntico. Afirmó que el uso de brackets angulados y alambres redondos de baja resilencia proporcionaban una mayor eficiencia mecánica. Según el autor, no hay necesidad de utilizar los arcos rectangulares para la preparación de anclaje, quedando reservado para las fases subsecuentes, cuando se tornaban necesarios los dobleces de tercer orden.

En 1966 Graber (14) constató que la reapertura de espacios en los lugares de las extracciones era consecuencia del paralelismo radicular inadecuado.

Analizando un caso limítrofe que fue tratado con extracciones de primeros pre molares, Luddington (15) 1969 afirmó que el uso de brackets angulados

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