Antecedentes ergonomia

Historia del articulo a diseñar.

En el año de 1857, el biólogo Polaco Wojciech Jastrzebowski inventó el término "ergonomía". Derivado de la palabra griega "ergon" (trabajo) y "nomos" (leyes naturales), usó la palabra en un artículo cuya traducción del polaco sería "El Esquema de Ergonomía, es decir, la ciencia del trabajo, basada en las verdades tomadas de la Ciencia Natural". Así nació el término "ergonomía" y llegó para quedarse. Complementando lo anterior, la silla es un mueble cuyo fin es servir de asiento para una persona. Wildfred Dauphin creó la primera silla ergonómica, un silla simple que permitía a la persona que la usaba ajustar el respaldo y la altura del asiento. El mercado para estas sillas cómodas y ajustables creció en Alemania diseminándose por Europa y luego en los Estados Unidos.

La silla ergonómica inició como una solución básica para los dolores de espalda y cuellos doloridos que sufrían los empleados a raíz de prolongadas horas de uso de computadoras; convirtiéndose en alternativas saludables para la oficina, ya que comenzaban a quejarse de dolores y molestias causadas por las largas horas que permanecían sentados. Por tanto, las compañías tuvieron que reconocer éstas como lesiones de trabajo y han pagado por ayuda médica a los empleados que han sufrido de dolores de espalda, dolores musculares del cuello, artritis por escribir en posiciones inadecuadas y otras molestias.

Marco Teórico (evolución de la silla ergonómica).

Entre 1980 y 1990 las sillas ergonómicas cumplieron con los requerimientos básicos para producir formas saludables de escribir y sentarse. Incluían ruedas, palanca para ajustar altura, soporte para espalda baja y la altura correcta para ver y escribir con las muñecas completamente rectas. Estéticamente eran simples, sin embargo, cumplían con los requerimientos generales de la ergonomía.

La evolución ha sido tal, que las compañías de productos ergonómicos hacen mención en que un comprador interesado necesita buscar las características estándar de una verdadera silla ergonómica. Al sentarse, la silla se debe flexionar con la columna vertebral, no en contra de ella. Los pies deben de quedar al nivel del suelo, o en un apoya pies; los hombros se deben relajar con los codos cerca del cuerpo. Las sillas también deben de tener ruedas para girar y ubicar fácilmente, sin que el usuario tenga que levantarse y sentarse, lo cual comprime los músculos de la espalda.

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